Cuarto chakra Posibilidades de activación y purificación

ESTIMULACIÓN DE ANAHATA


El amor incondicional es una de las mayores virtudes, es una cualidad del chacra coronal pero cura el chacra del corazón. Cuando los seres humanos buscan el crecimiento espiritual y se comprometen por completo en sus relaciones, nada les puede romper el corazón.


Anahata nos invita a ver la realidad material con perspectiva y abrirnos al mundo espiritual. El corazón es el centro del perdón. Cuanto mejor sepamos perdonar sin tener que renegar de nuestra propia identidad, más armonía y paz se instalarán en este chacra. La apertura del corazón es primordial para el crecimiento espiritual pero también para la capacidad de regeneración y de curación del cuerpo físico.


El ser que consigue establecer una verdadera conexión con su corazón, demuestra que tiene sentimientos y no se deja llevar por las emociones «brutas», es capaz de demostrar sentimientos sabiendo dominarlos, controlarlos y servirse de ellos con criterio. Así es como se canalizan las emociones para transformarlas en energía creadora.


Saber relativizar es una disciplina que nos permite aprehender nuestras emociones de una forma objetiva y utilizarlas para aumentar nuestra fuerza vital.


Anahata nos conecta con el amor, pero también con el dolor y la tristeza. Como seres humanos que somos, experimentamos la polaridad de los sentimientos opuestos, si sabemos experimentar en profundidad amor, pasión, alegría y felicidad, nos abrimos al mismo tiempo a la tristeza, la frustración y la incertidumbre. Todos estos sentimientos nos ayudan a crecer, evolucionar y transformarnos.


Anahata vela por el amor divino, nos incita a sentir lo que es bueno para nosotros y también para los demás. Gracias a Anahata, somos conscientes de que el microcosmos del ser humano es el reflejo del macrocosmos del universo.


Experiencia natural


Cualquier paseo silencioso por la naturaleza verde e intacta armoniza todo nuestro ser a través del chakra cordial. Cualquier flor nos transmite el mensaje del amor y de la alegría inocente y deja que florezcan en nuestros corazones las mismas cualidades. Las flores rojas son particularmente adecuadas para activar suavemente y curar las energías del chakra cordial.


Un cielo teñido de rosa con delicadas formaciones nubosas eleva y ensancha el corazón. Déjate envolver y llevar por la belleza y suavidad de colores y formas de esta imagen del cielo.


Terapia por el sonido


Forma musical: cualquier música clásica, música «nueva era» o música sacra, tanto de la tradición oriental como de la occidental, que tiene un efecto enaltecedor y hace que tu corazón baile junto con la vida y la creación, despierta la fuerza del corazón del amor en tu chakra cordial y tiene un efecto vivificador y armonizador sobre él. También las danzas sagradas o meditativas, que en sus movimientos manifiestan la armonía y la alegría de la creación.


Vocal: el chakra cordial tiene asignada la vocal «a». Se utiliza en la clave de fa de la escala. La «a» simboliza el descubrimiento súbito del corazón, al igual que se manifiesta en nuestra exclamación «¡ah!». Es el sonido más abierto de todos, que representa la máxima plenitud posible en la manifestación de la voz humana.


En la «a» yace la aceptación sin prejuicios de todos los acontecimientos, aceptación de la que nace el amor. Es también la vocal que con más frecuencia utilizan los bebés, cuyo intelecto no puede distinguir entre el «bien» y el «mal», cuando «comentan» sus vivencias.


Mantra: YAM


Cromoterapia


Verde: el color de las praderas y los bosques de nuestro planeta proporciona armonía y empatía, nos da un ánimo conciliador, nos hace sentir simpatía y nos transmite un sentimiento de paz. También tiene un efecto regenerador sobre el cuerpo, el espíritu y el alma, y aporta nuevas energías.


Rosa: las suaves y delicadas vibraciones del rosa disuelven los espasmos del corazón. Despiertan sentimientos de amor y ternura y proporcionan un sentimiento infantil de felicidad. Además, estimulan la actividad creadora.


Gemoterapia


Cuarzo rosa: la delicada y rosácea luz del cuarzo rosa favorece la suavidad, la ternura y el amor. Envuelve tu alma en una vibración amorosa en la que pueden sanar las heridas del corazón originadas por la dureza, la brutalidad o la falta de atención, y puede abrir tu alma cada vez más al amor y darle más amor.


El cuarzo rosa te enseña a aceptarte y a amarte a ti mismo, abre tu corazón para la manifestación del amor y de la dulzura que hay en ti, en otras personas y en la creación. También te hace sensible a la belleza de la música, la poesía, la pintura y otras artes, y estimula tu fantasía y tu capacidad de expresión creativa.


Turmalina: la turmalina rosa-roja te saca de las estructuras sentimentales indolentes; abre y ensancha tu corazón. También abre tu conciencia al aspecto alegre y jovial del amor. Te une con la manifestación femenina del amor divino, que se expresa en la belleza de la creación, en la jovialidad despreocupada, en la danza espiritual y en el juego. De esta forma integra las diferentes manifestaciones del amor mundano y divino.


También es particularmente idónea para el chakra cordial la turmalina rosa con un reborde verde, que con frecuencia se obtiene cortada en discos (turmalina de sandía). Aquí, las cualidades de la turmalina rosa-roja se encuentran insertas en la vibración curativa y armonizadora del verde.


Kunzita: en la kunzita se unen el delicado rosa del amor superior y el violeta del chakra coronal, que apoya la unificación con lo divino.


La kunzita abre tu chakra cordial al amor divino. Te ayuda a hacer crecer el amor de tu corazón hacia el altruismo y la percepción. Para ello te proporciona orientación y te lleva de vuelta siempre por este camino.


Esmeralda: la esmeralda es el amor del universo, puesto que intensifica y profundiza el amor en todos los planos. Da paz y armonía y te pone en concordancia con las fuerzas de la naturaleza. También te desafía a hacerte igual a su luz radiante y te muestra las áreas en las que aún no sucede así.


La esmeralda atrae energías curativas del cosmos en dirección a la tierra. Regenera, rejuvenece, refresca y tranquiliza.


Jade: la suave luz verde del jade proporciona paz, armonía, sabiduría de corazón, justicia y modestia. El jade relaja y serena el corazón, te hace descubrir y vivir la belleza de todo lo creado, fomentando así tu estima y amor por la creación. El jade ayuda ante la intranquilidad y el desconcierto, y propicia la conciliación de un sueño apacible y sueños agradables.


Aromaterapia – Aceites esenciales para el chakra del corazón


Verde manzana: albahaca, anís, árbol del té alimonado, caña de limón, cedro del Atlas (agujas), estragón, hierbaluisa, lima (Citrus aurantifolia), melisa, mirto alimonado, verbena exótica.


Verde oscuro: abetos, albahaca, alerce, árbol del té alimonado, caña de limón, mejorana, melisa, menta bergamota, pícea azul, pícea negra, pinos, pistacho, tomillo linalol, tsuga.


• Aceite para masajes «verde» con esta fórmula: 30 ml de aceite vegetal de macadamia (o de hueso de albaricoque) + 5 gotas de aceite esencial de verbena exótica + 5 gotas de aceite esencial de tsuga + 5 gotas de aceite esencial de pícea azul + 2 gotas de aceite esencial de rosa de Damasco + 1 gota de aceite esencial de hierbaluisa. Masajear la zona del corazón y los pulmones con la palma de la mano izquierda en el sentido de las agujas del reloj.


• Pulverizador del aura «verde» con esta receta: 30 ml de alcohol de 90° sin alcanfor + 15 gotas de aceite esencial de verbena exótica + 10 gotas de aceite esencial de tsuga + 10 gotas de aceite esencial de pícea azul + 2 gotas de aceite esencial de rosa de Damasco. Rociar las palmas de las manos con la mezcla, inspirar profundamente y pasar las manos por el aura.


Forma de yoga que actúa primariamente sobre el cuarto chakra


Yoga Bhakti: el yoga Bhakti es la vía que lleva al amor a Dios y la entrega a él para la realización en Dios. El bhakta profundiza e intensifica sus sentimientos y se dirige hacia Dios. Todo lo refiere a él, lo ve en todas las cosas y se eleva en el amor a él.


Ejercicios de meditación


• De pie con los pies en paralelo y las rodillas ligeramente flexionadas, juntar las manos delante del pecho en posición de rezo. Sentir la respiración y la energía que circula por todo el cuerpo. Poner las manos sobre el corazón y decir para uno mismo: «me acepto y me quiero con todo mi corazón.


Merezco que me quieran y perdono a todos los que me han herido, ahora y para siempre». Repetir esta oración durante 40 días seguidos por la mañana al levantarse. Si después de este tiempo todavía sentimos rencor y no somos capaces de perdonar, continuar hasta llegar a relativizarlo.


• De noche antes de acostarse, aplicar una gota de aceite esencial de nardo índico en la planta de los pies, otra en el corazón y en la yema de cada dedo meñique. Masajear suavemente en el sentido de las agujas del reloj. De pie, verse como un árbol que extrae su energía de la tierra. Sentir cómo esta energía atraviesa cada chacra, del primero al cuarto.


Cuando esta energía llegue al corazón, imaginar una flor de loto que se abre cada vez más hasta abarcar todo el universo. Intentar sentir agradecimiento por la madre naturaleza.

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