Por el sentido de la vista: Terapia del Color

SIGNIFICADO Y PODER DEL COLOR

La experiencia cromática es maravillosa. El colorido transmite alegría y nos afecta a múltiples niveles. Cada color tiene la capacidad de influirnos física, emocional, mental y espiritualmente. Unos colores son cálidos, mientras que otros son fríos; unos nos relajan, y en cambio otros nos estimulan.

Los colores influyen en todo el mundo, y a menudo sin que nos demos cuenta. El color está íntimamente relacionado con todos los aspectos de nuestra vida, especialmente con los visuales. Impregnan nuestro lenguaje, nuestra cultura y nuestra salud. Empleamos toda la variedad cromática para definir nuestro bienestar físico, nuestras emociones, nuestras actitudes y nuestras experiencias espirituales.

Nadie es neutral en lo que se refiere a los colores. Siempre hay unos que nos gustan más que otros, y con frecuencia alguno no nos gusta en absoluto. Seguro que en alguna ocasión te ha sucedido que escoges por la noche la ropa que te pondrás al día siguiente y al ir a ponértela descubres que no es apropiada o no es cómoda. La explicación más común a este fenómeno es que nos sentimos atraídos por aquellas prendas que tienen el color que más necesitamos en un momento determinado. Cuando escogemos la ropa por la noche, optamos por los tonos que sabemos instintivamente que nos beneficiarán más en ese momento. Pero, tras una noche de sueño reparador, nuestro sistema energético cambia. Por la mañana es más calmo y equilibrado, así que las prendas (los colores) que habíamos escogido ya no nos convienen.

Ciertamente nos sentimos atraídos hacia los colores que necesitamos. Con frecuencia esa respuesta es instintiva, pero a base de práctica, podemos hacernos más conscientes de los efectos cromáticos (tanto fisiológicos como espirituales).

Existen periodos en nuestras vidas en los que ciertos colores predominan en nuestro armario. Hay estaciones del año en las que nos atraen y nos ponemos tonos específicos. Sabemos por instinto qué color necesitamos en cada momento. Cada persona tiene su propio sistema energético único, y un ciclo del flujo de energía que es característico. Deberíamos dejar de seguir las tendencias de la moda en cuanto al cromatismo de la ropa y empezar a guiarnos más por el instinto. Cuando nos paramos a examinar los efectos físicos y metafísicos de los colores, empezamos a entender mejor qué patrones cromáticos tenemos tendencia a manifestar o juegan un papel más destacado en nuestras vidas.

Llevar un diario cromático durante aproximadamente un mes puede resultarnos muy esclarecedor. Al acabar cada día, haz una lista de los colores que hayas vestido durante la jornada y evalúa cómo fueron tus actividades cotidianas. Trata de llevar los mismos colores al menos dos o tres veces durante el mes y, cuando éste termine, compara las notas de esos días para ver qué tal te salieron. ¿Se produjo algo especial en ellos?

Fíjate en si esos días concretos fueron más productivos, ajetreados, energéticos o agotadores que los demás. ¿Qué colores llevaste puestos esos días? ¿Eran los colores que te gusta vestir más a menudo?

Después, empieza a estudiar las cualidades de la luz y del color. Examina algunos de los aspectos más esotéricos del color. Deberías ser capaz de entender el motivo de que te sientas atraído por ciertos colores y los escojas para la ropa. Cuanto mejor entiendas el color y la luz, más cuenta te darás de sus sutiles efectos en tu vida: la ropa que te pones, el color de tu oficina, el del coche que conduces, etc.

Todo color –toda frecuencia luminosa- tiene sus propias características y, por tanto, la capacidad de influir en diferentes energías de la esencia humana. Algunos colores, por ser de alta frecuencia dentro de la gama cromática, llegan a afectar a las frecuencias superiores del cerebro; en cambio, otros, por ser de menor frecuencia, sólo pueden influir en aquellos órganos o energías del cuerpo físico que operan dentro de ella. La siguiente tabla resume de qué manera actúan ciertas frecuencias luminosas sobre nuestro sistema energético (físicamente o de cualquier otra forma):

Físicamente

Reposado = Verde
Vigorizante = Naranja
Estimulante = Rojo

Emocionalmente

Reposado = Azul celeste, turquesa
Vigorizante = Melocotón
Estimulante = Naranja

Mentalmente

Reposado = Añil
Vigorizante = Verde esmeralda
Estimulante = Amarillo

Espiritualmente

Reposado = Azul
Vigorizante = Dorado
Estimulante = Violeta, morado

El color no es sino una concentración de determinada frecuencia luminosa. Puede ser estimulante o deprimente, constructivo o destructivo. Puede repelernos o atraernos. Cada color tiene efectos únicos y se puede emplear para sanar y equilibrar, así como para estimular las capas más profundas de la consciencia.

SIGNIFICADO DE LOS COLORES

Debes tener en cuenta que el cuerpo y sus chakras necesitan todos los colores del espectro. Es frecuente que un chakra en particular tenga una asociación específica con determinado color. Aunque eso indica que ese centro chákrico requiere una predominancia de ese color, lo cierto es que todos los chakras necesitan todos los colores periódicamente.

Por otra parte, los dos sexos responden de forma distinta a los colores. Por ejemplo, en lo tocante al rojo, a los hombres les atrae y estimula más la gama rojo-naranja, mientras que las mujeres tienden a los rojos violáceos. Además, aunque a los hombres no suele gustarles el rosa, muchas mujeres consideran que les favorece y hace más atractivos. En cualquier caso, la persona que desea llamar la atención del sexo opuesto, suele ponerse los colores con más posibilidades de atraer a su objetivo. También hay efectos que trascienden lo fisiológico.

Blanco

Nota dominante: purificación, pureza, amplificación.
Aplicaciones físicas: todos los aparatos y sistemas del cuerpo. El blanco contiene todo el espectro luminoso visible. Es fortificante, y también limpia y purifica todo el sistema energético. Puede estimular mucho la creatividad. En caso de duda sobre qué color usar, difícilmente te equivocarás con el blanco. Además, es muy beneficioso iniciar y terminar cada sesión de cromoterapia con él, ya que estabiliza el sistema energético del paciente y le da un impulso general. Por otra parte, el blanco amplifica los efectos de todos los demás colores que emplees para sanar.

Negro

Nota dominante: protección, enraizamiento, fortalecimiento.
Aplicaciones físicas: es eficaz en la terapia de polaridad cuando se combina con el blanco. El negro también abarca todo el espectro cromático. En el pasado se le atribuyeron muchas correspondencias confusas. Muchos no se atreven a usarlo en cromoterapia y sanación, pero en ocasiones resulta beneficioso. Es un color protector, también es reafirmante y calmante (sobre todo en individuos extremadamente sensibles), y activa las energías magnéticas o femeninas del organismo fortaleciéndolas.

El negro debe usarse con moderación, pues en exceso puede causar depresión o agravar el estado emocional/mental. Es mucho más eficaz cuando se usa junto con el blanco, pues de ese modo equilibra las polaridades de la persona (especialmente cuando parece que está perdiendo el control). Puede activar el subconsciente, ayudando a ver con perspectiva la vida y todas sus insensateces. No debe usarse solo (salvo en casos especiales), sino siempre combinado con otro color.

LOS COLORES DEL ARCO IRIS

Rojo

Nota dominante: aumenta la fuerza vital, fortalece la voluntad, mejora la sexualidad y es estimulante.

Aplicaciones físicas: sistema circulatorio, sexualidad. Estimula el nivel total de energía del metabolismo y las extremidades inferiores, y es útil en la mayoría de las afecciones sanguíneas. Es un color estimulante, energiza el chakra basal. Caldea y activa y, además, despierta nuestra fuerza vital en lo físico. Se puede emplear para tratar los resfriados, la mala circulación, la anemia y las afecciones de las mucosas. Fortalece la energía física y la voluntad, pero también puede estimular las pasiones más profundas, ya se trate de sexo y amor, de coraje, de odio o incluso de venganza.

Un exceso de rojo puede estimular demasiado y agravar ciertas afecciones. La hipertensión es una señal de que hay demasiada energía roja en el organismo. El rojo se puede usar para elevar la temperatura corporal y para energizar la sangre. Lo equilibra el color verde.

Naranja

Nota dominante: activación, construcción, optimismo, reservas de energía.
Aplicaciones físicas: sistema muscular, sistema eliminativo, irritación emocional y causas de problemas físicos. El color naranja afecta al segundo centro chákrico (bazo). Es el color de la alegría, la sensatez y la creatividad. Estimula la sociabilidad y está vinculado a nuestra salud emocional y al sistema muscular de nuestro cuerpo. Un exceso de este color afecta a los nervios y se debería equilibrar con tonos azul-verdosos. El naranja puede ayudarnos a sanar problemas relacionados con el bazo, el páncreas, el estómago, los intestinos, las glándulas suprarrenales, la asimilación del alimento y la depresión.

En casos como la parálisis emocional, está especialmente indicada la terapia con este color, especialmente con los tonos melocotón. El melocotón es un color que fortalece el aura y le proporciona un poco de protección o amortiguación adicional en los procesos de recuperación. Junto con la mayoría de los tonos naranja, es apto revitalizar el cuerpo físico. Es un buen reconstituyente para la convalecencia de episodios de enfermedad, pues fortifica el sistema eliminativo del organismo.

Amarillo

Nota dominante: actividad mental, capacidad intelectual, despertar.

Aplicaciones físicas: aparato digestivo, tracto gastrointestinal, actividad suprarrenal, actividad del hemisferio cerebral izquierdo. El amarillo influye predominantemente sobre el chakra del plexo solar, además estimula las facultades intelectuales de la persona. Se puede usar para tratar la depresión y en conjunto despierta el entusiasmo por la vida, pues fomenta la confianza y el optimismo. Resulta eficaz en el tratamiento de los problemas digestivos y es beneficioso para el estómago, los intestinos, la vejiga y todo el sistema eliminativo en general. Es muy efectivo contra la mayor parte de los dolores de cabeza. Ayuda a equilibrar el tracto gastrointestinal. El amarillo-dorado es saludable para el cuerpo tanto como para la mente. Se puede emplear para mejorar la capacidad de aprendizaje.

El amarillo es un color que llama la atención; es uno de los primeros que advierten la mayoría de las personas. Pero por otra parte, también puede denotar o fomentar ansiedad y tensión mental. Los excesos de exposición a él se deberían equilibrar con tonos del espectro azul.

Verde

Nota dominante: equilibrio, desarrollo, calma.
Aplicaciones físicas: sistema circulatorio, sistema nervioso simpático, afecciones agravadas por las emociones. El verde es el color que más predomina en nuestro planeta. Equilibra nuestras energías y se puede emplear para incrementar la sensibilidad y la compasión. Tiene un efecto calmante, especialmente en los estados inflamatorios. Es sedante para el sistema nervioso. Los verdes vivos que tiran a azul son muy poderosos para curar la mayor parte de las afecciones. Sin embargo, el verde –sea cual sea-, nunca debe usarse en problemas de tipo canceroso o tumoral, pues fomenta el crecimiento de los seres vivos (también a nivel celular).

El verde también es útil para fomentar la cordialidad, la esperanza, la fe y la paz. Relaja y revitaliza en los estados de fatiga mental.

El verde influye mucho sobre el chakra cardíaco y, además, equilibra el sistema nervioso autónomo. Resulta beneficioso en el tratamiento de las afecciones cardíacas, la hipertensión, las úlceras, el agotamiento y la jaqueca.

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