Por el sentido del tacto: El milagro de los Meridianos

EL MILAGRO DE LOS MERIDIANOS

Los antiguos planteamientos orientales sobre la salud son extremadamente holísticos. El principio entero de sanación recogido en el libro The Yellow Emperor’s Classic of Internal Medicine, de Ilza Veith, se basa en restablecer el equilibrio. Reconoce que todo influye en todo lo demás. En el terreno de la salud existe una relación intrínseca y una interacción extrínseca. La intrínseca es la relación íntima existente entre todos los órganos y todas las actividades que suceden dentro del cuerpo de la persona. La extrínseca es la relación íntima del individuo con el entorno. Ninguna de las dos debería excluirse cuando se trabaja con la salud.

Los chinos postulaban dos fuentes de energía: la primera es la que denominaban iei, o energía creada mediante los nutrientes que ingerimos y que fluyen por el torrente sanguíneo; la segunda es el , la energía vital universal que fluye por los meridianos del cuerpo.

El qì circula por el cuerpo a lo largo de una red de canales, conocidos por el nombre de meridianos, que unen puntos de energía. Los meridianos están íntimamente relacionados con las vías nerviosas del sistema nervioso autónomo, que a su vez está vinculado a todos los órganos y partes del cuerpo. De ese modo, cuando uno aprende a calmar, equilibrar y estimular estos canales de energía, logra influir también en todo el organismo.

Esta fuerza vital circula por todo nuestro cuerpo todo el tiempo, haciendo un recorrido completo al día. Cada meridiano –junto con los diversos órganos a los que afecta- dispone aproximadamente de un periodo de dos horas de influencia por el qì. Así pues, éste va recorriendo un meridiano tras otro, hasta que al cabo del día ha circulado por todas las partes del cuerpo. En esencia, somos un sistema energético de movimiento continuo.

Estos canales de energía vital que llamamos meridianos están repartidos por todo el organismo. Han sido medidos y cartografiados, y se pueden percibir físicamente. Cada uno lleva el nombre del órgano, aparato o sistema corporal con el que está relacionado más estrechamente. A lo largo de ellos hay repartidos unos puntos electromagnéticos específicos (los que se usan en acupuntura y digitopuntura).

Existen catorce meridianos. Doce de ellos discurren a cada lado del cuerpo, y los dos restantes en la línea media. Cada meridiano tiene una trayectoria determinada, y la energía fluye por él en una dirección específica, esta es la razón por la que un acupuntor puede plantar sus agujas en la mano de su paciente, por ejemplo, para curarle un dolor de cabeza. El meridiano actúa como un conductor del impulso energético generado por el pinchazo; el impulso corre a lo largo del canal y llega a la cabeza, donde restablece el nivel apropiado del flujo de energía y, por tanto, elimina el dolor.

Cada meridiano tiene un punto de partida y un punto de llegada o meta. La meta de cada meridiano está conectada al punto de partida del siguiente, de modo que todos ellos están interrelacionados. En definitiva, se trata de un ciclo continuo de energía que fluye libremente. Los desequilibrios –ya sean físicos, emocionales, mentales o espirituales- pueden entorpecer ese flujo, y si persisten, pueden acabar degenerando en malestar.

Un problema físico en cualquier órgano (o, para el caso, en cualquier aparato o sistema del cuerpo) puede estar causado por un problema energético en su meridiano correspondiente y viceversa. Pero también puede causarlo un atascamiento o cualquier otro problema del meridiano o meridianos que lo preceden en este circuito de energía sin fin.

Un concepto primordial en la terapia de meridianos es la polaridad. Toda la energía está gobernada por tres polaridades: positiva/eléctrica (yang), negativa/eléctrica (yin) y neutra. El yin y el yang, tan familiares para todo el mundo, son polaridades electromagnéticas del cuerpo y se entrecruzan. La manera en que estas cargas interactúan con nuestro sistema determina lo bien (o lo mal) que funciona nuestro cuerpo y nuestro rendimiento personal día a día.

El yin y el yang son dos fuerzas opuestas pero complementarias, dos caras de una misma moneda. Existen simultáneamente, y en circunstancias favorables se pueden influir entre sí de un modo beneficioso. Las enfermedades y problemas relacionados con el yang pueden curarse o equilibrarse mediante una estimulación energética del yin, y viceversa.

Cada meridiano yin (y sus órganos asociados) está emparejado con un meridiano yang (y sus órganos correspondientes). El qì fluye por un meridiano hasta que llega al final y entonces pasa al meridiano con el que está emparejado y sigue fluyendo. Las parejas opuestas yin-yang son las siguientes:

YIN

YANG

Pulmones
Bazo
Corazón
Riñón
Pericardio
Hígado

Intestino grueso
Estómago
Intestino delgado
Vejiga
Triple calentador
Vesícula biliar

En la terapia de los meridianos es recomendable tratar no sólo el meridiano que influye más directamente en la zona problemática, sino también el que la precede inmediatamente y, además, su pareja opuesta. Así, un problema respiratorio se puede corregir trabajando específicamente con el meridiano del pulmón, pero también puede resultar beneficioso tratar el meridiano del hígado, pues precede al del pulmón en el ciclo energético y, además, quizá convenga tratar asimismo el meridiano del intestino grueso por ser la pareja opuesta del meridiano del pulmón. Todo ello contribuiría a equilibrar la polaridad del meridiano de este último.

TÉCNICAS PRÁCTICAS DE LA TERAPIA DE MERIDIANOS

EJERCICIO 1. Recorrer los meridianos

Este ejercicio equilibra y restaura el metabolismo de todo el cuerpo, devolviéndole su ritmo natural. Lo ideal es realizarlo todas las mañanas, o como mínimo una vez por semana, y es especialmente importante hacerlo también siempre que haya un problema físico. Fortalece el sistema energético.

Para esta práctica puedes usar tanto el toque etérico como un contacto físico directo. El contacto físico puede consistir en una ligera presión ejercida con el dedo índice, pero asimismo puedes recorrer los meridianos con una piedra pequeña y lisa o un cristal (si está redondeado, tanto mejor).

Meridiano del pulmón

Ubicación: aspecto anterior del brazo y el antebrazo, acaba cerca de los pulgares (pecho, parte interna del brazo y punta del pulgar).

Afecta a: pulmones, sentido del olfato, senos nasales, producción de mucosidad, piel, sentido del olfato.

Enfermedades que reflejan desequilibrios: tos crónica, molestias en el pecho, dificultades respiratorias, dolor de garganta, fiebre, gripe, asma, bronquitis, etc.

Polaridad: yin
Período diario de máxima actividad: 3:00 – 5:00
Estación del año más crítica: otoño
Terapia por el color: blanco y azules suaves
Sonidos vocálicos: a larga y e corta
Olores: acres
Lección metafísica: dejar ir

Meridiano del intestino grueso

Ubicación: parte del dedo índice, que sigue por la parte externa del brazo hasta el hombro, continúa por el lateral del cuello y sube hasta la punta de la nariz (parte externa de los brazos, dientes, senos nasales).

Afecta a: intestinos, senos nasales, dientes, producción de mucosidad en la digestión, sentido del olfato, nariz.

Enfermedades que reflejan desequilibrio: dolor abdominal, estreñimiento, fiebre, dolor de muelas, diarrea y dolor de garganta.

Polaridad: yang
Periodo diario de máxima actividad: 5:00 – 7:00
Estación del año más crítica: otoño
Terapia por el color: blanco y amarillo
Sonidos vocálicos: “aw” y e larga
Olores: acres (clavo)
Lección metafísica: dejar ir

Meridiano del estómago

Ubicación: empieza debajo del ojo, se dirige a la mandíbula, baja por el cuello, cruza la caja torácica, continúa por el abdomen, baja por el aspecto anterior de la pierna y el pie y termina en el segundo dedo (cara, pecho y parte exterior de las piernas).

Afecta a: estómago, aparato digestivo, vista, sentido del gusto, menstruación, rodillas, producción de saliva.

Enfermedades que reflejan desequilibrio: molestias intestinales generalizadas, vómitos, dolor de estómago, parálisis facial, dolor de rodillas, gastritis, indigestión.

Polaridad: yang
Periodo diario de máxima actividad: 7:00 – 9:00
Estación del año más crítica: veranillo de san Martín y periodos húmedos del año en general
Terapia por el color: amarillo
Sonidos vocálicos: “oh” y “ah”
Fragancias agradables
Otras terapias vibracionales: cualquier método asociado al sentido del gusto
Lección metafísica: solidaridad y reflexión

Meridiano del bazo

Ubicación: comienza en la mitad del dedo gordo del pie, asciende por la pantorrilla, el muslo, el abdomen y el costado de la caja torácica para terminar en la axila (cara interior de las piernas, ingle y costillas).

Afecta a: bazo, páncreas, menstruación, glándulas suprarrenales, zona y órganos de la ingle, parte inferior del diafragma, sentido del gusto.

Enfermedades que reflejan desequilibrio: gastritis, indigestión, distensión abdominal, úlceras, vómitos, dolor en las extremidades inferiores, ciclo menstrual irregular, impotencia, anemia, debilidad general.

Polaridad: yin
Periodo diario de máxima actividad: 9:00 – 11:00
Estación del año más crítica: veranillo de san Martín y periodos húmedos del año en general
Terapia por el color: naranja
Sonido vocálico: “oh”
Fragancias: agradables y mentoladas
Lección metafísica: reflexión y solidaridad (por exceso o por defecto)

Meridiano del corazón

Ubicación: comienza en la axila, desciende por el brazo y termina en el dedo meñique.
Afecta a: corazón, habla, hombro, circulación, transpiración y lengua.
Enfermedades que reflejan desequilibrio: dolor de pecho, palpitaciones, angina de pecho, ictericia, dolor en el brazo, trastornos cardíacos, insomnio, histeria.
Polaridad: yin
Periodo diario de máxima actividad: 11:00 – 13:00
Estación del año más crítica: verano
Terapia por el color: rojo, rosado o dorado
Sonido vocálico: a larga
Fragancias: perfume de rosas y aromas amargos
Lección metafísica: alegría interior

Meridiano del intestino delgado

Ubicación: parte del dedo meñique, sube por la parte externa del brazo, zigzaguea por el hombro y el cuello y llega a la cara.

Afecta a: intestino delgado, parte baja del abdomen, hombros, garganta, habla.
Enfermedades que reflejan desequilibrio: molestias intestinales, dolor de hombro, dolor abdominal, dolor de oídos, zumbido de oídos, amigdalitis, sordera.
Polaridad: yang
Periodo diario de máxima actividad: 13:00 – 15:00
Estación del año más crítica: verano y todos los periodos calurosos en general
Terapia por el color: rojo y azul
Sonidos vocálicos: “aw” y e larga
Fragancia: todas las fragancias amargas
Lección metafísica: alegría interior

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