Entendiendo la Piel Masculina

Todos los hombres son creados iguales. Si bien esta afirmación puede ser cierta en el ámbito político de la sociedad, está lejos de aproximarse a la realidad cuando se trata de la fisiología y el cuidado de la piel de los hombres.


Los hombres, al igual que las mujeres, se enfrentan a problemas como el envejecimiento, la pigmentación, la sensibilidad y el acné. Sin embargo, al igual que existen grandes diferencias entre las condiciones de la piel de hombres y mujeres, la piel de cada hombre es tan única como su huella dactilar.


La salud de su piel no está determinada únicamente por sus genes, sino también por sus elecciones de estilo de vida. La piel de un surfista de 20 años es diferente a la piel de un empresario de 50, y requerirá diferentes productos específicos.


Tratar la piel del género masculino efectivamente comienza por una comprensión de la fisiología, pero, como todo cuidado profesional de la piel, depende en última instancia de atender a las necesidades individuales.


La mayor diferencia entre la piel masculina y femenina se debe a las hormonas sexuales masculinas, conocidas colectivamente como andrógenos. La hormona sexual más importante de este grupo es la testosterona, que es secretada principalmente por los testículos y los ovarios (sí, ¡las mujeres también la producimos!). Aunque hay variabilidad: los hombres adultos producen aproximadamente 10 veces más testosterona que las mujeres.


La testosterona ejerce sus efectos al actuar sobre los receptores de andrógenos que se encuentran localizados en todo el cuerpo. Lo hace directamente, o al convertirse en dihidrotestosterona (DHT), un activador mucho más potente de los receptores de andrógenos. Al nacer, los bebés ya han experimentado los efectos de esta poderosa hormona. Las secreciones de testosterona han desencadenado el desarrollo de sus órganos reproductivos internos y externos.


Durante toda la infancia, los niveles de testosterona permanecen relativamente constantes hasta que el gran aumento llega con la pubertad. Tras este periodo, los hombres secretan continuamente niveles más altos de testosterona que resultan en todas las características de un varón adulto: desarrollo muscular y mayor fuerza en la parte superior del cuerpo, crecimiento del vello facial y corporal, voz más profunda y olor «varonil», así como una tendencia hacia un comportamiento más activo y agresivo.


A partir de la edad madura, los niveles de testosterona disminuyen constantemente cada año y pueden ser los responsables de cambios en la piel y el cabello de los hombres durante los últimos años de vida. La testosterona es algo potente, y debemos entender sus efectos sobre la psique, el cuerpo y la piel de los hombres.


Testosterona y su Pelo


Comenzando por lo obvio: los hombres pueden dejarse barba y las mujeres no. Los andrógenos, en particular la testosterona, impulsan el crecimiento del cabello. En zonas sensibles a la modulación de andrógenos, como la cara, las axilas y los genitales, la testosterona desencadena la producción de vello corporal terminal.


En los hombres, esto se extiende a los brazos, las piernas, el pecho y casi todo el resto de su cuerpo. Los andrógenos también controlan el crecimiento del cabello en las mujeres, aunque en un grado mucho menor. El resultado es vello facial y corporal oscuro y tosco.


El pelo facial del hombre es más grueso que el del cuero cabelludo y tiene un folículo más plano, lo que lo hace más rizado. Esto puede ser un problema, especialmente para los hombres que experimentan quemaduras tras el afeitado. Esto sucede cuando el extremo recién cortado de un pelo vuelve a entrar en la piel y causa inflamación. Las navajas de afeitar afiladas y las cremas para el afeitado que reducen la fricción, pueden reducir la aparición de quemaduras. Para los hombres con pelo muy grueso, aplicar un producto de pre afeitado para suavizar el pelo de la barba puede ser un gesto clave para minimizar este tipo de lesiones.


A diferencia de los hombres, las mujeres sólo desarrollan vello facial fino, dejando a su piel más superficie. ¿Por qué la gran diferencia? No existe una respuesta definitiva, pero mirar nuestro pasado ancestral podría revelar algunas respuestas…


Una barba es la mejor protección que tiene la cara de un hombre contra los poderosos y dañinos efectos de los rayos UV. Tal vez haya alguna razón evolutiva para la barba. Los hombres tuvieron que pasar más tiempo al aire libre luchando contra los elementos para buscar alimento, mientras que las mujeres permanecían en las cabañas atendiendo a la familia.


¿Acaso necesitaban protección solar extra? ¿Ayuda con la regulación de la temperatura? ¿O tal vez era un camuflaje añadido durante la caza?


Según el antropólogo Desmond Morris, las mujeres perdieron su vello facial para permitir que los bebés humanos reconozcan a sus madres más fácilmente, creando un vínculo mayor entre madre e hijo. De este modo, el vello grueso, controlado por los andrógenos, permaneció en las zonas más próximas a las glándulas sudoríparas, que producen sudor aromático, como las axilas y las áreas genitales de hombres y mujeres.


Dado que la testosterona también produce sudor aromático, también conocido como sudor apocrino, el cuidado de la piel dirigido a los hombres debe abordar el olor masculino característico sin limitarse a enmascararlo con fragancia.



Paradójicamente, los mismos andrógenos responsables del crecimiento del vello facial y corporal, pueden ser los desencadenantes de la caída del cabello. La DHT (dihidrotestosterona) y, en menor medida, la testosterona, pueden estimular los folículos capilares del cuero cabelludo para que se encojan y finalmente mueran, dando como resultado una afección llamada alopecia androgenética o calvicie de patrón masculino.


Testosterona y su Piel


El efecto de los andrógenos en el crecimiento del cabello se presta a las diferencias observadas en la piel facial entre hombres y mujeres. Los pelos terminales de los hombres son gruesos, pigmentados y ocupan gran parte de la piel en comparación con la piel femenina.


Al proporcionar protección solar efectiva, los dañinos rayos UV no pueden penetrar a través de la barba hasta la dermis y causar la degradación del colágeno. No es de extrañar, entonces, que afeitarse aumenta en gran medida el riesgo de daño por UV y envejecimiento prematuro. Por otra parte, los hombres de piel clara con cabello más fino, mostrarán los efectos nocivos de estos factores más fácilmente que sus contrapartes de piel más oscura, al igual que las mujeres.


Además de una mayor protección contra la degradación del colágeno y la elastina, la piel masculina también puede agradecer su mayor grosor a los andrógenos. Los andrógenos, incluida la testosterona, producen una red de fibras de colágeno más densa que la que se encuentra en la piel femenina.


La red firme de colágeno y elastina, junto con la presencia de folículos pilosos terminales, produce una piel facial espesa en los hombres. Mientras que las mujeres pueden estar preocupadas por las señales del fotoenvejecimiento, los hombres tradicionalmente no comienzan a mostrar estos signos hasta una etapa más avanzada de su vida. Por lo tanto, los hombres no son fácilmente persuadidos de usar cremas hidratantes a una edad temprana, dada la naturaleza más gruesa de su piel facial. Más, si tenemos en cuenta que la apariencia rugosa y erosionada es un signo de masculinidad en muchas culturas.


Su Piel es más Sensible de lo que podríamos suponer…


La barrera epidérmica es un tejido altamente organizado que responde de manera eficiente y rápida al entorno cambiante para mantener un estado de homeostasis o equilibrio perfecto. Compuesto de una mezcla de ceramidas, colesterol y ácidos grasos, la capa doble de lípidos media la pérdida de agua trans-epidérmica y la penetración de materiales extraños en la piel. Una vez que se altera la barrera epidérmica, ya sea por penetración de material extraño o deshidratación, los lípidos envían señales para reponer el sistema de barrera de lípidos y eliminar cualquier material extraño. Sin embargo, los estudios han demostrado que la testosterona puede tener efectos negativos en la función de barrera epidérmica.


Todavía hay mucho trabajo de investigación por hacer, pero algunos estudios iniciales sugieren que las enfermedades asociadas con anomalías de la barrera, como la psoriasis y la dermatitis atópica, son más comunes en hombres que en mujeres. Incluso en hombres que no tienen estas enfermedades de la piel , la testosterona puede ralentizar el desarrollo y la recuperación de la barrera.


Una función importante de la piel es la reparación: cuando sufre un corte, la piel debe ser capaz de reparar la herida de manera rápida y eficiente. Las observaciones clínicas sugieren que los hombres, en particular los hombres mayores, no pueden curar las heridas de la piel tan rápido como las mujeres.


Los estudios de laboratorio también han implicado a la testosterona y la DHT como factores principales que impiden la cicatrización de heridas. En conjunto, estos estudios sugieren que los hombres pueden no ser capaces de sanar las heridas tan fácilmente como las mujeres. Esto es especialmente importante en la piel del rostro, ya que muchos hombres se afeitan de forma regular, lo que provoca cortes e irritaciones frecuentes. Por lo tanto, el cuidado de la piel de los hombres debe formularse para favorecer la regeneración de la piel y proteger la integridad de la capa de la barrera epidérmica.


Testosterona y Acné: Chicos VS Chicas


Mientras que los chicos pueden estar entusiasmados con la llegada de su «hombría», es probable que no estén muy entusiasmados con el efecto de la testosterona en el aspecto de su piel.


La testosterona aumenta la secreción de sebo en todo el cuerpo, lo que se hace particularmente evidente en la cara. Este aumento se inicia en la pubertad y se mantiene relativamente constante a partir de entonces.


El lado positivo es que el sebo proporciona una hidratación natural para la piel. El sebo es producido por las glándulas sebáceas y es un complejo compuesto por colesterol, ácidos grasos libres, glicéridos, escualeno y ésteres de cera. El sebo y el sudor, junto con los lípidos epidérmicos, forman la grasa en la superficie de la piel. Aunque esta mezcla brinda protección contra agentes ambientales y previene la pérdida de agua, también proporciona el caldo de cultivo perfecto para la bacteria Proprionibacterium acnes.


La presencia de estas bacterias, junto con el exceso de grasa que obstruye los poros, prepara el escenario para la aparición del acné. Durante la pubertad, se produce más sebo del que se puede secretar de forma efectiva, lo que provoca la acumulación de sebo en el folículo capilar y consecuentemente la inflamación. Por lo tanto, no sorprende que el acné en hombres jóvenes sea más severo y duradero que en las mujeres. En la edad adulta, la mayoría de los hombres normaliza su producción de sebo para que el acné no sea un problema crónico de la piel.


Los andrógenos también pueden desencadenar el acné en las mujeres. Las mujeres con niveles hormonales más altos de andrógenos, como aquellos con síndrome de ovario poliquístico, tienen un mayor riesgo de desarrollar acné que el resto de mujeres. Claramente, el control hormonal de la unidad pilosebácea, compuesta por folículos pilosos y glándulas sebáceas, es un factor de riesgo en el desarrollo del acné.


Los hombres que consumen esteroides anabólicos (sustancia similar a la testosterona), también pueden experimentar brotes de acné incrementados. Sin embargo, se debe tener en cuenta que no existe una única causa y cura para el acné. Otros factores, incluida la función celular e inmune, también juegan un papel importante en el desarrollo del acné.


Cuidado de la Piel Masculina: Ficción VS Futuro


Las mujeres experimentan un descenso precipitado en las hormonas sexuales femeninas estrógeno y progesterona durante la menopausia. La condición de «menopausia masculina» o «andropausia«, ha estado de actualidad. Sin embargo, esta no es una representación adecuada de los cambios asociados al envejecimiento de los hombres.


Es cierto que los hombres experimentan descensos en los niveles hormonales, pero no tanto como las mujeres. Sin embargo, la disminución de los andrógenos puede ser responsable de algunos de los cambios asociados a su envejecimiento. La pérdida del tono muscular y la densidad ósea, la depresión, la disminución de la libido, la disfunción sexual, incluso la pérdida de memoria, se han relacionado con el envejecimiento de los hombres y la disminución de la testosterona.


Pero tal vez estos factores sean sólo una parte de las causas del envejecimiento. El envejecimiento es un proceso natural que afecta a hombres y mujeres fisiológica, emocional, social, espiritual y, por supuesto, hormonalmente.


Las características físicas de los cuerpos envejecidos no pueden atribuirse únicamente a una sustancia como el estrógeno o la testosterona. A pesar de las complejidades, las hormonas masculinas, en particular la testosterona, gobiernan gran parte de la fisiología y el comportamiento masculino, y este poderoso químico sigue siendo el componente crucial para comprender la piel masculina.


Cada vez más, los hombres se esfuerzan por cuidar su salud y su apariencia general, y esto se refleja en su piel. La tendencia actual exige líneas limpias y personalizadas y un alejamiento del descuido y el abandono del cuidado personal.


Los hábitos de higiene del hombre actual siguen esta línea también. Las campañas de marketing centradas en los cuidados cosméticos de los hombres están muy extendidas, lo que puede ser un reflejo de los cambios sociales que implican a los hombres. Las tendencias en el campo de la cirugía plástica también reflejan estos cambios.

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