El significado oculto del Cuerpo (segunda parte)

Mamas

Las mamas son los órganos secretores de la leche del cuerpo femenino. Son símbolos de nutrición, crianza, maternidad y sexualidad. Cuando la mujer presenta problemas en esa parte del cuerpo, ante todo debemos preguntarnos a qué se debe que sea propensa a padecerlos. ¿Conserva heridas emocionales sin cerrar? ¿Está en proceso de duelo, o tal vez contrita por algo (recuerdas aquello de “darse golpes de pecho)? ¿Se siente desatendida por aquellos que ama? ¿Acaso teme madurar y hacerse adulta (como refleja el desarrollo mamario)? ¿Brinda demasiados cuidados maternales o no deja respirar a quienes la rodean? ¿No se permite a sí misma crecer como persona de la mejor manera posible?

Oídos

El oído es el órgano con el que percibimos los sonidos, y también contiene un centro que nos permite mantener el equilibrio. Si surgen problemas de oído, ¿qué es lo que no queremos oír? ¿Qué es lo que nos gustaría escuchar pero no oímos? ¿Es que hay tanta actividad a nuestro alrededor que no podemos apreciar lo que está pasando? ¿Quizá no prestamos atención a nuestra voz interior cuando deberíamos hacerlo? ¿Permitimos que las palabras y acciones de otros trastornen o alteren nuestro equilibrio? ¿Hacemos más caso a las palabras ajenas que a nuestra voz interior? ¿Estamos tratando de aislarnos, o nos parece que otros nos hacen el vacío? ¿No será que somos demasiado obstinados y nos negamos a escuchar a nadie o bien estamos constantemente en compañía de personas así?

Ojos

Los ojos son los órganos gracias a los cuales vemos. Son símbolos de la vista y de la clarividencia. Son las ventanas del alma. Cuando la visión es borrosa, ¿qué es lo que no queremos ver? ¿Sobre qué tenemos una percepción distorsionada? Si lo que ocurre es que se nubla la vista (como en el caso de las cataratas), ¿qué es lo que queremos que desaparezca del panorama? ¿Es que sólo vemos oscuridad en nuestro presente o en nuestro futuro?

En el caso de la hipermetropía, ¿tenemos dificultades para observar las cosas más cercanas? ¿Estamos demasiado pendientes del futuro o de lo no manifiesto? Al envejecer, el cristalino del ojo se vuelve más rígido, por lo que muchas personas se hacen hipermétropes. ¿Es que nos estamos haciendo más rígidos con la edad, menos flexibles en nuestras actitudes y opiniones?

En la miopía, la persona ve con claridad de cerca, pero no de lejos. ¿Es que estamos centrándonos demasiado en el yo? ¿Quizá nos negamos a ver el panorama en conjunto? ¿Tenemos miedo de pensar en el futuro?

Pies

Los pies son nuestra base, nos permiten permanecer erguidos y desplazarnos con facilidad. Están al nivel basal del cuerpo, son los cimientos de nuestra estructura. Por tanto, son símbolos de estabilidad y firmeza. Nos ayudan a erguirnos. Cuando tenemos problemas en los pies, ¿Qué está cambiando en nuestra vida? ¿Está fallando nuestro fundamento? ¿Nos negamos a movernos cuando tenemos la oportunidad de hacerlo? ¿Estamos metiéndonos en áreas en las que no deberíamos? ¿Es que entendemos poco de nosotros mismos y de nuestra vida? ¿Nos estamos “torciendo”, no somos tan honrados como deberíamos? ¿Frecuentamos a personas que están todo el tiempo encima de nosotros o no dejan de pisarnos? ¿Tal vez necesitamos una actitud más firme en la vida?

Manos y dedos

Son nuestros instrumentos para tocar, acariciar y manejar las vivencias. Los usamos para dar y tomar, para atraer y rechazar, para agarrar o empujar. Podemos levantar la mano para bendecir o podemos ponérsela a alguien encima en un acto de ira. En el simbolismo tradicional, lo más revelador es la postura de la mano, y cada dedo posee su propio significado.

Cuando surgen problemas en esta parte del cuerpo, ¿es que estamos negándonos a tocar a otros o ser tocados por ellos? ¿Nos estamos aferrando con demasiada fuerza a alguien o a algo? ¿Tal vez estamos soltando cuando deberíamos retener? ¿Nos sentimos tratados injustamente en alguna forma? ¿Estamos dejando que otros nos manejen o que manipulen nuestras relaciones amorosas cuando deberíamos hacerlo nosotros mismos? ¿O quizá somos nosotros los que estamos manipulando a otros y nos estamos inmiscuyendo en sus asuntos aunque no debamos?

Corazón

El corazón es el principal órgano del sistema circulatorio. En él residen la vida y el alma. Es el núcleo de sanación y el amor, así como el centro solar del cuerpo. Es un antiguo símbolo de nuestros sentimientos y emociones. Contiene nuestra sangre y opera con ella.

Las afecciones cardíacas suelen reflejar problemas respecto a la forma de manejar, experimentar o expresar el amor y las emociones. ¿Quizá nos hemos endurecido hacia alguien o algo? ¿Estamos constriñendo nuestro amor o creemos que lo constriñe alguien? ¿Estamos limitando las alegrías en nuestra vida? ¿Estamos permitiendo que nuestras emociones y nuestro amor se conviertan en el blanco de acerbas críticas ajenas? ¿O somos nosotros los que atacamos a otros por su forma de amar, ya sea abiertamente o en nuestro fuero interno? ¿Tal vez nos sentimos obligados a mostrar y dar amor siempre, incluso a aquellos que no lo aprecian o no nos corresponden? ¿Consideramos que es nuestro deber trabajar, esforzarnos y sacrificarnos siempre por los demás? ¿Acaso tenemos un concepto malsano de la vida como un martirio?

Caderas y nalgas

Las caderas y las nalgas son símbolos de equilibrio, sexualidad y poder. Las caderas son particularmente importantes para nuestro equilibrio corporal, sobre todo cuando nos movemos hacia delante. Los problemas de cadera pueden reflejar dificultades para avanzar en la vida. ¿Estamos desequilibrados, o no muy seguros de nuestros próximos movimientos? ¿Quizá permitimos que el miedo restrinja nuestro avance?

Tanto las caderas como las nalgas son claros símbolos de poder y sexualidad. Si son firmes, pueden reflejar un sentido asimismo firme y equilibrado del propio poder y de la sexualidad en la vida; si son rollizas y fofas, pueden reflejar inseguridad en esos mismos temas. ¿Tenemos dudas a la hora de avanzar? ¿No avanzamos tan rápido como podríamos hacerlo? ¿Estamos consumiendo nuestras energías y desperdiciando nuestro poder en esfuerzos improductivos?

Intestinos

Los intestinos forman parte del aparato digestivo; concretamente, son el tramo inferior del tubo digestivo. El intestino delgado se encarga de digerir y absorber los nutrientes, y el intestino grueso de absorber el agua y eliminar los residuos de la digestión.

Los problemas en el tracto intestinal suelen reflejar dificultades para absorber y eliminar determinados elementos y experiencias de la vida. ¿No estamos aprendiendo lo que necesitamos aprender? ¿Se repiten las lecciones como repiten los alimentos indigestos? ¿Nos aferramos a todo, no dejamos pasar ciertas situaciones? ¿Acaso vivimos anclados en el pasado, tratando de nutrirnos de lo que ya no es nutritivo? ¿Quizá no estamos eliminando de nuestra vida lo que –o a quien- ya no es beneficioso para nosotros? ¿No nos tomamos nuestro tiempo para asimilar las nuevas vivencias? ¿Es que no nos aprobamos a nosotros mismos y por eso no vemos lo que la vida nos ofrece? ¿Tal vez necesitamos aprender que hay tiempo y espacio para hacer todo lo que queramos hacer?

Riñones

Los riñones son los órganos glandulares que producen la orina. Filtran el plasma sanguíneo para separar las sustancias que el organismo no necesita, conservando las demás.

Los problemas renales suelen reflejar falta de criterio y discernimiento. Nuestro buen juicio brilla por su ausencia. ¿Es que no distinguimos entre lo que –o quien- es o deja de ser beneficioso en la vida? ¿No reconocemos lo bueno? ¿No nos damos cuenta de que en todas las situaciones hay cosas positivas y posibilidades de aprendizaje? ¿Estamos siendo demasiado críticos con nosotros mismos o con otros? ¿Es que nos regodeamos en las decepciones y los fracasos, sin aprovecharlos para madurar? ¿Quizá estamos viendo todo y a todos de color de rosa, fijándonos sólo en la parte buena?

Rodillas y codos

Las rodillas y los codos, como todas las articulaciones, nos permiten flexionar, mover y usar con facilidad las extremidades. Gracias a las articulaciones podemos ir de un lugar a otro y cambiar de dirección en nuestros desplazamientos y actividades. Son símbolos de nuestra flexibilidad y de nuestra capacidad de fluir y de movernos.

Cuando hay problemas articulares, deberíamos preguntarnos si estamos siendo demasiado tercos e inflexibles. ¿Quizá tenemos dudas a la hora de probar nuevos enfoques u otras cosas? ¿Vacilamos ante la idea de emprender nuevos rumbos? La dirección en la que nos movemos actualmente, ¿nos causa demasiado dolor o desequilibrio? ¿Estamos negándonos a ceder, o son quienes nos rodean los que no ceden, con razón o sin ella? ¿Es que somos implacables con nosotros mismos o con otros debido a movimientos que realizamos en el pasado? ¿Acaso somos reacios a tratar de alcanzar nuevas cotas, nuevos objetivos?

Hígado

El hígado es el órgano glandular del cuerpo que segrega la bilis, la cual contiene las llamadas sales biliares. Estas sales biliares tienen una acción detergente, pues descomponen y limpian (desintoxican) la sangre para que el riñón pueda filtrarla y separar los componentes que pueden reabsorberse como nutrientes de aquellos desechos que hay que eliminar. También trabaja en el sistema inmunológico del organismo.

Los problemas hepáticos suelen reflejar intensas emociones negativas que no hemos abordado todavía (por eso la bilis se asocia al mal humor, al mal carácter o a la inclinación a ver con antipatía las cosas o a las personas).

La ira profunda y la manía de criticar constantemente –a uno mismo y a los demás- puede ayudar a debilitar la función hepática. ¿Estamos tratando de engañarnos a nosotros mismos sobre algo negativo? ¿Tal vez no estamos poniendo orden en alguna faceta de nuestra vida? ¿Estamos expuestos todo el tiempo a quejas y críticas? ¿Tenemos acaso la sensación de que nunca hacemos nada a derechas? ¿Estamos negándonos a aceptar el pasado y pasar página? ¿Estamos regodeándonos quizá en la autocompasión y el odio? ¿Es que no estamos haciendo todo lo posible por nosotros mismos? ¿Nos negamos a tomar la iniciativa? (a fin de cuentas el hígado afecta profundamente a todo el metabolismo).

Pulmones

Los pulmones son los órganos respiratorios de nuestro cuerpo. Permiten el intercambio de gases, tanto el externo como el interno. La función externa consiste en inhalar oxígeno y exhalar anhídrido carbónico; la interna es la absorción del oxígeno a nivel celular.

La respiración siempre ha tenido una gran significación en el terreno místico para todas las sociedades. Es la asimilación del poder y la vida. La inspiración y la espiración se corresponden con los procesos de involución y evolución: la integración de la vida y el espíritu.

Los problemas respiratorios pueden reflejar incapacidad a algún nivel para asimilar y expresar la vida y la energía. ¿Quizá nos sentimos ahogados o sofocados en alguna faceta de la vida, o estamos ahogando o sofocando a otros? ¿Es que no nos sentimos con derecho a –o no nos permiten- vivir o participar en algún aspecto de la existencia? ¿Hace alguien que nos sintamos de esa manera? ¿Estamos reprimiendo el llanto (lo que suele reflejarse en el asma con la retención del aire)? ¿Tal vez nos sentimos atrapados? ¿Hay inflamación en zonas que correspondan a nuestro principio animador (es decir, la familia, el hogar…)? ¿Quizá no estamos viviendo la vida tan plenamente como podríamos? ¿Acaso no nos sentimos apreciados y bienvenidos en nuestro marco existencial?

Estómago

El estómago es el principal órgano que interviene en el almacenamiento, dilución y digestión de los alimentos. Es nuestro reservorio. Es un símbolo de los pensamientos, ideas e inspiraciones que podemos aprender a digerir y asimilar. Es el depósito del que echamos mano para experimentar lo nuevo y abrir nuevos mundos.

El malestar gástrico a menudo refleja problemas externos para digerir las vivencias. ¿Nos asusta digerir o experimentar lo nuevo? ¿Tal vez nos aferramos a algo que ya no es beneficioso o nutritivo para nosotros? ¿Quizá nos “reconcomemos” por el miedo a no ser lo bastante buenos? ¿Tenemos dificultades para digerir el hecho de que somos estupendos tal como somos? ¿Es que no nos aprobamos a nosotros mismos? ¿Experimentamos dificultades a la hora de asimilar nuevas ideas, conceptos y perspectivas, así como al intentar aplicarlos en nuestra vida?

Garganta

La garganta es la parte del cuerpo donde se encuentran el esófago, la faringe, la laringe y la tráquea (los canales que nos sirven para tragar, respirar y hablar), además de las amígdalas.

En general, la garganta es un símbolo de lo que podemos “tragarnos” y de lo que podemos expresar. Está íntimamente ligada a la creatividad. Los problemas de garganta, sean en la zona que sean, reflejan ira reprimida, creatividad sin expresar y una gran testarudez (negarse rotundamente a cambiar, o al menos ser poco flexible); pero también pueden reflejar el hecho de hablar continuamente vertiendo críticas, veneno o cólera, o incluso una actitud airada del tipo de “¿Cuándo me toca a mí?”.

Los problemas de garganta deben examinarse en función del área específica donde surjan. La laringe, por ejemplo, es la responsable de la voz, pero también colabora en la deglución. Si el problema ha surgido ahí, deberíamos preguntarnos: ¿estamos teniendo problemas para “tragar” (aceptar) lo que nos dicen? ¿Estamos “tragándonos” (reprimiendo) nuestras palabras cuando deberíamos hablar abiertamente? ¿O quizá nos estamos expresando de manera impropia? ¿Nos da miedo decir lo que pensamos? En tu caso, ¿no será que otras personas dicen las cosas por ti? ¿Tal vez no te sientes libre para expresar tus deseos, aspiraciones, etc.?

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