Sanación vibracional por el sentido del grupo: Elixires de Flores y Gemas

EL PODER DE LOS ELIXIRES DE FLORES Y GEMAS

Tanto los elixires de flores como los de gemas son “medicamentos” para la energía. Todo el mundo puede prepararlos y utilizarlos. No interfieren con ninguna otra forma de medicina, sea tradicional o no, y cumplen funciones muy dinámicas en todo el proceso curativo holístico.

• Nos ayudan a entender las lecciones de la enfermedad o malestar que estamos padeciendo.

• Ayudan a restablecer el equilibrio fisiológico, así como a equilibrar los estados emocionales, mentales y espirituales que han agravado el padecimiento.

• Son útiles para alcanzar nuevos niveles de la conciencia; pero no sólo a los relacionados con la salud, sino también a los estados de conciencia psíquicos, creativos y espirituales y a su integración en nuestra vida material.

• Nos ayudan a sintonizar con nuestro entorno. Como están hechos de elementos naturales, al usarlos empezamos a reconocer la intrincada interacción entre la naturaleza y la humanidad.

• Nos ayudan a linear nuestras energías más sutiles y a sintonizar mejor con ellas, lo que nos permite controlar sus influencias sobre nuestra vida.

• Nos ayudan a cultivar la consciencia dévica, o consciencia de los patrones arquetípicos de energía que operan en la naturaleza y a través de ella. Son estos patrones los que permiten que cada flor, cada planta, cada piedra y cada cristal crezca y se forme a su manera única e irrepetible, pero siempre en armonía con la naturaleza y con la humanidad.

• Los elixires de flores y gemas son catalizadores de la transformación de lo emocional, lo mental y lo espiritual, por consiguiente, repercuten en lo físico (no es que actúen indirectamente sobre el cuerpo físico, sino que actúan sobre el sistema energético en la raíz del cuerpo y a su alrededor).

En la década de 1930, el doctor Edwuard Bach, de Londres, renunció a una carrera profesional muy lucrativa a fin de dedicarse a investigar y crear remedios del mundo vegetal para restituir la vitalidad. Recogió flores de distintas plantas y árboles y preparó con ellas medicinas para inducir estados de ánimo negativos. Optó por lo más sencillo: primero identificar el estado de ánimo, el humor o la personalidad, y luego escoger un remedio floral apropiado.

El doctor Bach descubrió los treinta y ocho remedios originales probándolos en él mismo. Era un hombre muy sensible, tanto, que si se ponía debajo de la lengua una flor, al poco tiempo experimentaba el estado de ánimo exacto que podía aliviar o incluso eliminar. Esa práctica corroboró su formación homeopática y le llevó a abrazar el principal axioma de la homeopatía: «Lo semejante cura a lo semejante».

A diferencia de la herbología clásica, los elixires florales no contienen materia orgánica vegetal. En lugar de eso, para elaborarlos se extrae la energía que impregna cada flor mediante un sencillo procedimiento alquímico. Los remedios florales son verdaderamente “simples”, tal como el doctor Bach los calificaba. Sus ingredientes naturales, obtenidos de algo tan puro y bello como las flores, no causan molestias físicas. Las plantas que producen esas flores son silvestres y, en su mayoría, fáciles de encontrar. En principio, las utilizadas para la elaboración crecen en condiciones naturales y sin abonos químicos.

LOS 38 REMEDIOS FLORALES DE BACH

Agrimonia: para la tortura mental escondida tras una cara alegre: fomenta la paz interior.
Álamo temblón: para la ansiedad/aprensión: ayuda a abrirse a nuevas experiencias.
Haya: para la actitud demasiado crítica: fomenta la aceptación y la tolerancia.
Centaurea: para la voluntad débil: fomenta la fuerza interior.
Cerato (Ceratostigma willmottiana): para la falta de confianza en uno mismo: fomenta la fe en el propio criterio.
Mirobálano: para el miedo al colapso o la conmoción: fomenta el valor en situaciones de estrés.
Brote de castaño: para no repetir los mismos errores: aumenta la receptividad a las lecciones de la vida.
Achicoria: para la actitud posesiva y el síndrome de mártir: fomenta la actitud de toma y daca apropiada.
Clemátide: para el que sueña despierto y no presta suficiente atención: una inspiración reafirmante y práctica.
Manzano silvestre: para los que se sienten sucios o avergonzados: fomenta la armonía y la limpieza interior.
Olmo: para la sensación de no dar la talla: fomenta la confianza en uno mismo.
Genciana: para el desánimo y la falta de confianza en uno mismo: fomenta la perseverancia y la confianza.
Aulaga: para la desesperación y la falta de esperanza: fomenta la fe y la esperanza.
Brezo: para el ensimismamiento y la incapacidad de escuchar: fomenta el interés por los demás y la escucha.
Acebo: para los celos, el odio y la venganza: fomenta la compasión.
Madreselva: para el estancamiento nostálgico en el ayer: ayuda a dejar ir el pasado.
Carpe: para la debilidad en el manejo de las actividades diarias: fomenta la confianza en la propia energía y capacidad.
Impaciencia: para la impaciencia y la irritabilidad: fomenta la paciencia y la comprensión.
Alerce: para la falta de confianza en uno mismo y la sensación de inferioridad: fomenta la confianza y la expresión creativa.
Mimulus (flor mono): para los miedos y la timidez: fomenta el coraje y la confianza.
Mostaza: para la melancolía y la depresión: fomenta la alegría y la tranquilidad de espíritu.
Roble: para la desesperación y el abatimiento: fomenta la perseverancia y la fuerza valerosa.
Olivo: para el agotamiento físico/mental: renueva la vitalidad.
Pino: para los sentimientos de culpabilidad: fomenta la aceptación positiva de uno mismo.
Castaño rojo: para el temor excesivo y la ansiedad: fomenta una indiferencia tranquila.
Heliantemo (jarilla): para el terror y el pánico: fomenta el valor necesario para trascender del yo.
Agua de roca: para la inflexibilidad y la dureza con uno mismo: fomenta la flexibilidad, la espontaneidad y el cuidado de las propias necesidades.
Escleranto (Scleranthus annuus): para la incertidumbre y la indecisión: fomenta una firmeza estable.
Leche de gallina (Ornithogalum umbellatum): para todas las conmociones y traumas: fomenta la capacidad de curarse.
Castaño dulce: para la desesperación y la falta de aguante: fomenta la fe incluso en las horas más oscuras.
Verbena: para el entusiasmo excesivo y el fanatismo en los esfuerzos: fomenta la relajación y la moderación.
Vid: para el carácter dominante y la inflexibilidad: fomenta el liderazgo sensible y el respeto por los demás.
Nogal: para adaptarse a los cambios y los periodos de transición, y para la hipersensibilidad: fomenta la objetividad y la libertad de enfoque.
Violeta de agua: para el orgullo excesivo y los sentimientos de superioridad: fomenta la humildad y el servicio a los demás.
Castaño de Indias: para los pensamientos y las preocupaciones que no dejan de dar vueltas en la cabeza: fomenta la calma y la claridad de ideas.
Avena silvestre: para la insatisfacción respecto a los propios logros: fomenta la claridad de objetivos en la vida.
Escaramujo: para la apatía y la resignación: fomenta el entusiasmo por la vida.
Sauce: para el resentimiento y la amargura: ayuda a aceptar las responsabilidades y a liberarse de la culpa.

Los elixires de flores y gemas son absolutamente benéficos. No son nocivos ni tienen contraindicaciones o interacciones con otros medicamentos. No pueden producir reacciones desagradables en ningún caso. Cierto es que en ocasiones algunas personas se quejan de efectos secundarios, sobre todo de no ser capaces de manejar la energía. En tales casos, conviene que la persona examine su motivación para estar enferma y si en verdad desea ponerse bien. No olvides que toda enfermedad –junto con nuestra respuesta a ella- puede enseñarnos algo sobre nosotros mismos. Lo peor que pueden hacernos los elixires es no hacernos nada, no servir de nada. Lo mejor, en cambio, es curarnos e iluminarnos.

Los usos de los elixires son tan numerosos como las flores y las gemas de las que están hechos. Cada flor tiene su propia personalidad. Cada flor, cada gema, posee su propia frecuencia vibratoria, su propio patrón energético vital. Todas y cada una cumplen una función única, tienen un efecto único sobre la persona. El estudio de las flores y las gemas –de sus colores, formas, etc.-, puede ayudarnos a determinar sus distintos patrones energéticos. El patrón energético es precisamente lo que se infunde en un líquido, que luego se usa para descomponer o trasmutar los patrones vibracionales negativos del individuo, o bien crear otros nuevos que le ayuden a cumplir las funciones y fines específicos.

Es importante admitir la conexión existente entre el carácter psicológico del individuo y sus respuestas fisiológicas, para bien o para mal. Los elixires de flores y gemas nos auxiliar en eso. Sanar no es sólo eliminar las molestias físicas o el sufrimiento corporal, sino también aceptar el significado de la enfermedad. Los remedios brindan oportunidades para este encuentro con nosotros mismos. Si de verdad deseamos recuperar la salud, debemos contar con hacer cambios. Por desgracia, muchos de nosotros nos mostramos remisos a cambiar.

Los elixires abren la conciencia al yo superior, esquivando resistencias y bloqueos de la personalidad, para poner en marcha el proceso curativo holístico.

EJEMPLOS DE ELIXIRES DE GEMAS Y SUS APLICACIONES

En estos últimos años, los cristales, las piedras y las gemas se han hecho bastante populares con respecto a la sanación y al despertar de la consciencia superior. Son tanto símbolos como fuente de patrones energéticos específicos. El estudio de las propiedades básicas y los patrones energéticos de los cristales y las piedras, te permitirá entender mejor los elixires que prepares con ellos. Recuerda que son esos mismos patrones energéticos los que se transfieren al líquido.

Chakra basal
Cuarzo Ahumado

Este elixir de gemas estimula, equilibra y purifica el chakra basal. Canaliza la energía de la coronilla hacia abajo, a fin de que pueda expresarse de un modo más práctico en la vida material de la persona. También fundamenta la expresión del amor. El elixir hecho de cuarzo ahumado, es fortificante para todo el campo áurico y ayuda a mantenerlo libre de los residuos energéticos que se acumulan en él por el contacto con otras personas y con el entorno.

Chakra del bazo
Cornalina (y la mayor parte de las piedras anaranjadas)

El elixir hecho de cornalina y otras piedras de color naranja, ayuda a despertar las energías creativas y artísticas de quien lo toma, para que puedan usarlas todos los aspectos de su ser. Nos ayuda a despertar nuestra capacidad innata de manifestar cosas. Cuando se usa en meditación, nos ayuda a concentrarnos en nuestros propios objetivos e intenciones, y activa nuestras polaridades magnéticas. En el terreno de la salud se usa para aliviar todo lo relacionado con el chakra del bazo, así como para acceder a la memoria de vidas pasadas o a información sobre una enfermedad actual que tenga su origen en una vida pasada.

Chakra del plexo solar
Citrina

El elixir de la citrina ayuda a equilibrar la mente racional y tiende un puente entre ella y los niveles superiores de la consciencia mental e intuitiva. Influye fisiológicamente en todo lo relacionado con el plexo solar, especialmente el aparato digestivo. Induce una gran sensación de paz y disipa las tensiones. Como la cornalina, también activa las polaridades magnéticas del cuerpo, y es buena para los meridianos yin. El elixir de citrina, además de mejorar la salud, puede ayudarnos a ver con claridad nuestros objetivos superiores y a encontrar la mejor manera de manifestarlos.

Chakra cardíano
Cuarzo rosado
Malaquita (y todas las piedras verdes en general)

El elixir de cuarzo rosado es un tónico curativo fuerte pero sutil. Ayuda a calmar la ira y a liberar emociones negativas del corazón que están causando problemas físicos de salud. Puede infundir una gran sensación de paz interior y realización personal. También es eficaz para las antiguas heridas internas causadas por el “toma y daca” del amor en el pasado. Se puede usar para la liberación sentimental y para borrar recuerdos perdidos y energías negativas que dificulten el desarrollo. Es bueno para cualquier manifestación física de problemas emocionales.

El elixir de malaquita fomenta la creatividad, infunde energía y aumenta la capacidad de cambio. Ayuda a sacar a la luz los aspectos verdaderos de una cuestión, y en meditación se usa para concentrarse en los problemas por separado. Nunca debe utilizarse en lesiones de índole tumoral o cancerosa, pues la agravaría, ya que estimula el crecimiento. Es bueno para fortalecer el timo y el sistema inmunológico. Refuerza y estimula el aura, logrando que nos ofrezca nuevas oportunidades de crecer y equilibrarnos.

Chakra laríngeo
Turquesa

El elixir de turquesa equilibra la expresión emocional y la creativa. Mejora todos los desequilibrios relacionados con el chakra laríngeo, y es especialmente eficaz en el tratamiento de las afecciones respiratorias. Aumenta la sensibilidad, y puede tomarse como estimulante para desarrollar la creatividad y la clariaudiencia. Protege a quienes trabajan y viven en entornos negativos, y es útil para quien se siente atado emocionalmente a los problemas de otras personas. Además, favorece la sanación a todos los niveles.

Chakra frontal
Sodalita
Lapislázuli
Fluorita

De todas las piedras de color azul oscuro, la sodalita es la más densa y enraizada (conectada a la tierra). Cuando se usa en forma de elixir, despierta el pensamiento profundo y aclara la mente, permitiéndole funcionar bien. Este elixir ayuda a la persona a ver qué hábitos suyos están contribuyendo a que se manifieste el problema físico que le aqueja. En general, ayuda a responder inteligentemente en todas las situaciones, así que nos permite sacar conclusiones lógicas sobre nuestra salud (y sobre muchos otros temas).

El elixir de lapislázuli es muy purificador para la mente y el campo áurico. Podemos usarlo para vencer bloqueos subconscientes y acceder a los niveles más profundos de la conciencia, mejorando de paso nuestra salud. Ayuda a desarrollar la telepatía y a ver lo que uno tiene que hacer materialmente para allanar su camino espiritual. Ejerce un efecto positivo en todas las afecciones asociadas al chakra frontal.

El elixir de fluorita también es excelente para el chakra frontal y todas las dolencias relacionadas con él. Desde el punto de vista de sus aplicaciones terapéuticas, es pluridimensional. Fomenta la creación de una pauta energética más fuerte en el aura, lo que nos permite descubrir nuevas oportunidades. Nos ayuda a entender las causas metafísicas de nuestros problemas físicos. Equilibra las polaridades del cuerpo, así que en terapia de meridianos resulta muy eficaz para equilibrar el yin y el yang. También es equilibrador para los hemisferios cerebrales y todas las sinapsis nerviosas que los conectan. El elixir de fluorita azul fomenta la paz mental. El de fluorita morada estimula los aspectos relativos a la devoción, facilitando la comunión física con lo divino. El de fluorita amarilla nos ayuda a comprender mejor nuestras vivencias y las repercusiones que tienen en nuestra salud. El de fluorita blanca es purificador a todos los niveles, y nos ayuda a unificar energías creativas con el universo para que la sanación ocurra más fácilmente.

Chakra coronario
Amatista

La amatista es excelente para preparar elixires de gemas. Limpia y purifica a todos los niveles, en concreto, es un magnífico depurador de la sangre. Se puede usar universalmente, para todas las dolencias y enfermedades.

A la hora de meditar –especialmente sobre problemas de salud-, este elixir despierta el entendimiento y la intuición. También es útil para cultivar el sentido de la humildad. Se puede usar para dominar los miedos, y ayuda al individuo a abrirse a las proyecciones astrales conscientes. continuar leyendo…

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