Un producto cosmético es cualquier producto que se puede usar para mejorar la apariencia. Si se puede frotar, verter o incluso rociar sobre el cuerpo, se considera que es un cosmético. No importa si se usa para el cabello, las uñas, los labios o incluso los dientes.
Tomar un baño, lavarse el cabello, aplicarse un desodorante, ponerse una crema, maquillarse, empolvarse… así comienza el día para muchas mujeres y hombres. Con una apariencia cuidada, nos sentimos mejor con nosotros mismos. El olfato capta los olores que desprende nuestro cuerpo, mientras que la vista aprecia un rostro de proporciones perfectas o un hermoso peinado.
Pero para la piel, las cosas no son tan sencillas: por la mañana, debe «controlar» el contacto con alrededor de 300 sustancias. Y, por supuesto, a lo largo del día no nos limitamos a esa dosis química matutina. El uso de componentes artificiales en los productos de limpieza, junto con un estilo de vida poco saludable, malos hábitos alimenticios y la contaminación, son las causas más probables de pieles problemáticas y sensibles hoy en día. Problemas crecientes que a muchos de nosotros nos aquejan y que muestran diversas reacciones de la piel en forma de erupciones, sequedad, brotes, etc.
Cuando nos aplicamos productos para el cuidado, queremos ayudar a nuestra piel, pero, ¿realmente la mantenemos saludable con todos esos cuidados? La salud de la piel debe ser nuestro objetivo principal, porque sólo una piel sana es hermosa y puede cumplir sus funciones principales.
Los productos cosméticos convencionales para el cuidado personal y de belleza, han perdido la confianza de muchas personas, se sospecha que algunos de sus ingredientes ponen en peligro nuestra salud. Ante la preocupación que esto genera, ¿qué podemos hacer a diario?
Podemos convertirnos en consumidores “vigilantes”, eligiendo productos orgánicos o naturales. También podemos volver al placer de la fabricación casera con ingredientes saludables, libres de sustancias sintéticas sospechosas. ¡Porque nos lo merecemos!
Te invitamos a adentrarte en un universo de placeres… aceites esenciales para perfumes voluptuosos, aceites vegetales ricos, arcillas blandas, aguas florales, ceras y mieles aromáticas… ¡todos ellos te quieren bien! Con estas maravillosas materias naturales, puedes elaborar tus cosméticos “a medida”. La combinación de buenos consejos e ingredientes realmente inteligentes, te permitirá crear tus propios productos fácilmente y para casi cualquier cosa. Además de ser gratificante, esta actividad te permitirá probar y adaptar respondiendo a tus necesidades específicas.
Vivimos en un mundo natural, repleto de sustancias bioquímicas extraordinarias y sofisticadas que, durante miles de años, han formado y mantenido una vida sostenible y compleja en nuestro planeta. ¿Por qué despreciar esta inteligencia en favor de algo cuyas consecuencias y efectos para la salud a medio y largo plazo desconocemos?
¿Por qué Cosméticos Naturales?
Conocer el contenido y el propósito de los productos que aplicas sobre tu piel y que utilizas a diario en tu hogar, es fundamental para mantener tu salud y la de tu familia.
Al igual que sucede con los alimentos, los aditivos y conservantes de los ingredientes cosméticos, son absorbidos por nuestro cuerpo a través de la piel. La piel es el órgano más grande del cuerpo. Absorbe alrededor del 60-70% de lo que le “damos de comer”. Lo que aplicamos sobre la piel se abre paso en nuestra sangre, tejidos y órganos, y, por lo tanto, tiene un impacto en nuestra salud tanto o más que lo que introducimos en nuestra boca.
Si aplicas productos químicos tóxicos sobre tu piel, inevitablemente te estarás intoxicando… las afecciones cutáneas han aumentado dramáticamente en las últimas décadas. Nuestros cuerpos enfrentan una sobreabundancia de toxinas todos los días a través del medio ambiente, la contaminación y la exposición a un sinfín de productos químicos.
Si echas un vistazo a la lista de ingredientes de cualquiera de los productos que guardas en el armario de tu baño, seguro que encontrarás que la mayoría, si no todos, enumeran palabras que no puedes reconocer ni pronunciar. La cantidad de ingredientes en algunos productos es alarmante. ¿Realmente una crema necesita 15, 20 o incluso 40 químicos diferentes?
Si bien los cosméticos convencionales son más fáciles de encontrar y más económicos, no son la mejor opción. Según la FDA (Food and Drug Administration, en su traducción al castellano: Agencia de Alimentos y Medicamentos), los ingredientes en estos cosméticos son seguros en pequeñas dosis. Pero, ¿qué sucede cuando usamos una gran cantidad de ellos? La persona promedio usa una increíble cantidad al día de estos productos: champú, acondicionador, jabón, maquillaje, desodorante, pasta de dientes e incluso laca para el cabello. El hecho de que usemos tantas, hace que estas sustancias sean mucho más dañinas.
Algunas de las sustancias químicas nocivas más comunes que se encuentran en productos de belleza, cosméticos y productos para el hogar, incluyen ftalatos, plomo, aluminio, lauril sulfato de sodio, BHA, ácido bórico, fragancias sintéticas y parabenos, entre muchas otras. Estas sustancias se han relacionado con una larga lista de problemas de salud, que incluyen alergias, dolores de cabeza, asma, problemas respiratorios, trastornos endocrinos e inmunológicos, infertilidad, problemas de desarrollo, toxicidad de órganos, cánceres y muchos más. La propagación mundial de sustancias tóxicas creadas por el hombre, no sólo es una amenaza para nuestra salud, sino que también lo es para el medio ambiente y el ecosistema natural del planeta.
Revertir esto comienza con todos y cada uno de nosotros. Comienza haciendo pequeños cambios, como reemplazar un champú convencional por uno orgánico, por ejemplo. Existen infinidad de alternativas saludables y seguras. La clave es ser más conscientes de nuestras elecciones, leer las etiquetas y apoyar a los fabricantes de productos seguros y ecológicos.
Siempre que busques un producto de belleza, procura elegir uno que esté etiquetado como orgánico y que use una lista breve de ingredientes naturales, como plantas y aceites (las plantas generalmente se identifican por su nombre en latín).
Es importante mantener el aspecto saludable de la piel, porque una piel sana es uno de los principales indicadores de cuán sanos estamos por dentro. Siendo la piel el órgano más grande del cuerpo, deberíamos tratarla con el máximo cuidado. Tratarla con amabilidad tanto desde el exterior como desde el interior, te ayudará a sentirte bien y hará que se vea radiante y luminosa.
Comenzar a usar productos naturales y orgánicos para hidratar tu piel, es un magnífico lugar desde el que iniciar el camino. Los cosméticos naturales contienen numerosas sustancias con un gran valor nutricional. Estos nutrientes son fácilmente absorbidos por la piel, manteniéndola suave y saludable.
Por todas estas razones y por los otros muchos beneficios que ofrece el cuidado natural de la piel, cada día somos más las personas que poco a poco vamos incorporando productos de higiene y cosméticos no tóxicos a nuestra rutina diaria… ¡anímate, tu piel y tu salud te lo agradecerán! Sin olvidar que…
La belleza no se encuentra en el rostro,la belleza es una luz en el corazón…
