El insomnio afecta a más del 30% de la población mundial. A pesar de sus repercusiones en la vida cotidiana y posiblemente en la salud, no solemos concederle la importancia que tiene.
Acostarnos tarde o dormir 6 horas, no implica que padezcamos insomnio. Si te sientes bien durante el día, aunque tengas un poco de sueño, esto no es un problema.
Los síntomas más frecuentes de insomnio son: estar en la cama sin poder dormir, despertarse varias veces durante la noche o despertarse al amanecer y no poder volver a conciliar el sueño.
Hablamos de insomnio, y de forma más generalizada, de los trastornos del sueño, cuando aparece una gran disminución en la cantidad o calidad de este período de descanso, con repercusiones en la salud y las actividades del día.
¿Cuáles son las consecuencias del insomnio?
Fatiga, dolores de cabeza, tensión muscular… la falta de sueño tiene muchas repercusiones en la salud. El estado de ánimo también sufre por la falta de descanso: irritabilidad, agresividad, susceptibilidad… Las consecuencias sobre la atención, especialmente en el trabajo, tampoco son despreciables: pérdida de eficiencia, falta de rigor, dificultades de concentración…
¿Despertar siempre cansados, a pesar de dormir muchas horas, podría ser una señal de que padecemos insomnio?
A priori es difícil padecer insomnio y no darse cuenta. Sin embargo, podría tratarse de un problema de apnea del sueño. Éstas son paradas de la respiración durante algunas decenas de segundos, que se producen varias veces durante las horas de sueño. Este trastorno ocurre principalmente a partir de los 40 años. Puede estar relacionado con el sobrepeso. Estas apneas del sueño a veces despiertan a la persona varias veces por noche y podrían ser las esponsables de uno de cada diez casos de insomnio.
¿Cómo pueden ayudarnos los Aceites Esenciales?
Las personas que tienen una vida muy ocupada, a menudo sobrecargada de responsabilidades y preocupaciones, pueden padecer insomnio de vez en cuando.
Los estudiantes en época de exámenes, cuyos patrones de sueño se ven alterados, también suelen ser candidatos a verse afectados por esta patología. No obstante, una vez superada la situación que causa el estrés, en la mayoría de los casos conciliar el sueño deja de ser un problema.
Para estas situaciones, verter unas pocas gotas de aceite esencial de Mejorana dulce en un quemador eléctrico, podría ser suficiente. La mejorana favorece un sueño profundo y reparador.
Muchas personas padecen insomnio crónico. Para ellas, los ritmos naturales de su cuerpo están tan alterados, que creen que la única forma de dormir es tomando tranquilizantes o somníferos.
Es posible sustituir los tranquilizantes por aceites esenciales y disfrutar de un buen descanso nocturno sin sentir el indeseable abotargamiento o atontamiento a la mañana siguiente.
El aceite esencial de Lavanda es un potente sedante que, utilizado por la noche en un baño, disuelve la tensión mental y física e induce a un sueño reparador.
Coloca 5 o 6 gotas de Lavanda en un baño caliente y reconfortante. No te laves ni te frotes, éste no es un baño higiénico, sino para descansar y relajarse. Sencillamente túmbate y sumérgete sin establecer ningún límite de tiempo, quédate tanto rato como te sientas a gusto y añade más agua caliente si lo necesitas. El buen descanso nocturno que te facilitará este excepcional aceite esencial, hará que durante el día te sientas con una gran vitalidad.
Para tratar el insomnio, el sentido común también desempeña un papel importante, y es una ayuda considerable tomar al mediodía la comida principal en lugar de hacerlo por la noche.
Se deberían evitar las sustancias estimulantes como el café o el chocolate, ya que pueden agravar la incapacidad de “desconectar”. Los insomnes a los que no les gusta el aroma de la lavanda o la mejorana, pueden emplear un aroma totalmente distinto: el azahar (nerolí)…
A pesar de ser suave y floral, el azahar sigue siendo muy sedante y se puede emplear solo o en combinación con la lavanda o la mejorana. Todos estos aceites se pueden usar en forma de baño, vertiendo unas gotas sobre la almohada o como ambientadores mediante difusión atmosférica.
En ocasiones los sucesos del día o algún problema concreto están tan bien atrincherados en nuestra mente, que incluso cuando estamos durmiendo, el ruido más leve puede hacer que nos despertemos y seamos incapaces de volver a dormirnos. Una buena solución para estos casos, es poner unas pocas gotas de aceite esencial de lavanda o mejorana dulce en un pañuelo, colocado sobre la cara, para poder respirar sus aromas hasta que el sueño nos venza de nuevo.