Un alineamiento es un proceso que eleva el nivel vibratorio del campo energético, de forma que al recibirse la nueva energía, las células aumentan su frecuencia de vibración, removiendo las toxinas y deshaciendo los bloqueos energéticos. Se trata de una apertura a la luz que origina una salida de los elementos innecesarios. Esta función puede desarrollarse en el plano físico, en el mental y en el espiritual.
Este proceso depurativo suele durar de dos a tres semanas en el plano físico, por lo que es importante seguir una dieta equilibrada durante este tiempo, a base de frutas y verduras y bebiendo mucha agua.
La persona también crece espiritualmente tras recibir esa nueva frecuencia vibratoria y aunque ello pueda derivar durante un tiempo sensaciones molestas, tales como mareos, sensación de flotabilidad y desorientación. En estos casos se recomienda tomar alimentos que estimulen el chakra raíz. Al aumentar nuestra frecuencia vibracional nos acercamos más a la alta vibración del amor, de forma que el aproximarnos a él nos es más fácil la conexión y la transmisión.
Gracias a la alineación, la persona se halla en sintonía con la energía universal, actuando como canal de transmisión de esa energía pura y limpia.
NIVELES DE INICIACIÓN
En el budismo tántrico existen muchos niveles de iniciación. A este proceso en sánscrito se le denomina abhiseka, en tibetano wong, mientras que en la India se llama shaktipat.
La iniciación, también conocida como “pase de alineamientos” o “sintonización” consiste en el proceso por el cual una persona sin ninguna dificultad para curar se convierte en una persona capaz de aliviar males por sí misma. Pero cuando un maestro de Reiki realiza la iniciación de un alumno, le está despertando una facultad dormida, reactivando sus centros energéticos sutiles y sus circuitos energéticos, deshaciendo bloqueos y restaurando la armonía física, mental y espiritual.
El maestro, al iniciar el proceso, reconecta al alumno con la fuente de energía universal. Se trata de un proceso sencillo, sincero, lleno de amor y fe en los demás.
La iniciación en el primer nivel de Reiki actúa sobre los chakras superiores, el chakra corazón, el tercer ojo, el chakra de la garganta y de ahí se distribuye a los brazos. Tal proceso produce los siguientes efectos:
• Al armonizar y abrir el chakra corazón, se eleva la frecuencia de vibración aproximándola a la frecuencia del amor universal.
• Al armonizar el chakra de la garganta, se está enviando un mensaje al Yo Superior dándole a conocer que se ha entrado en una nueva fase.
• Al despertar el tercer ojo, se potencian las facultades extrasensoriales.
• La energía universal fluye por la persona al armonizar el chakra de la corona.
Cada nueva iniciación que recibe el alumno es más potente que la anterior. Sin embargo, ello quedaría en nada si no se practicase diariamente el Reiki, se profundizase en las meditaciones y se asimilara cada nueva información que se recibe. La práctica continuada lleva consigo un mayor grado de sensibilidad y una mayor energía canalizada.
Tras una iniciación se produce un periodo en el que el ser experimenta cambios a distintos niveles, ya sean físicos, mentales o espirituales. Se trata de un proceso de depuración en el que se están eliminando toxinas.
Por ejemplo, en la iniciación de Reiki II, interviene una depuración de carácter más emocional, mientras que en Reiki III, el proceso es más espiritual. Se puede pasar fácilmente de la alegría a la depresión en cuestión de horas, pero ello no será más que un pequeño camino que redundará en un beneficio emocional.
Las primeras iniciaciones budistas tienen como objetivo eliminar las obstrucciones kármicas, mientras que la cuarta sana la consciencia. Los beneficios que se reciben con los alineamientos son cuatro fundamentalmente: la eliminación de los bloqueos de energía, aumentar la potencia, acceder a nuevos elementos en la enseñanza del Reiki y la posibilidad de realizar procesos de curación.
CÓMO PASAR LOS ALINEAMIENTOS
Los alineamientos significan la diferencia entre el Reiki y los demás sistemas de sanación por imposición de manos. En la formación del Reiki tradicional, hay cuatro alineamientos para el Reiki I, uno para el Reiki II, y uno para el Reiki III.
Los alineamientos sirven para abrir y dilatar la capacidad para retener el Ki en la línea hara y despejar los bloqueos existentes en los canales de energía. También son útiles para purificar y armonizar los chakras de la línea hara y los del doble etérico. En el momento del alineamiento la energía ki que vehicula los cinco símbolos, pasa del chakra corona al chakra cordial. Luego, el ki terrestre asciende desde los centros inferiores del hara hacia el chakra corazón.
El alineamiento es una experiencia personal que debe vivir cada uno, ya que se trata de una especie de recompensa kármica en la que la persona receptora se ve dispensada de una parte de su karma negativo y obtiene como recompensar el poder de convertirse en sanadora. Ello es consecuencia de que el nivel de energía del maestro, al verse potenciado durante los alineamientos, amplifica el nivel de ki del alumno.
La persona que recibe los alineamientos experimenta sensaciones diferentes cada vez, pero en general puede decirse que todo lo que pueda sentir procede de la fuente de luz que recorre su interior.
Los alineamientos deben pasarse individualmente, no en grupo, ya que se necesita de una cierta experiencia y de un tiempo para llegar a desarrollar el necesario control muscular y respiratorio.
Los beneficios de las alineaciones
• Al potenciar los vasos se despejan las obstrucciones kármicas de los canales físicos y psíquicos del organismo.
• El flujo de Ki se abre con la potenciación mística, confiriendo poder a los mantras y recitativos.
• El cuerpo mental se purifica con la potenciación del conocimiento divino, permitiendo la práctica del hatha yoga.
• El conocimiento de la verdadera esencia espiritual nace con la potenciación absoluta, y por tanto, se dispone de una experiencia directa de lo que hasta ese momento sólo se había comprendido parcialmente.
PASAR LOS ALINEAMIENTOS DE REIKI I
El mismo alineamiento sirve para iniciar a una persona como sanadora en cualquier de los tres grados de Reiki. Este proceso es así gracias a la capacidad receptora para retener el Ki.
Al pasar cualquier de los alineamientos de este grado. Se propicia una apertura del aura. El alumno, en esta fase, no se abre plenamente a recibir el alineamiento. Será en el momento en que su cuerpo energético se dilate y ajuste para recibir más ki cuando esa persona será capaz de transmitir cada vez más energía y progrese en su proceso de apertura. Esta fase suele durar unas tres o cuatro semanas, ya que la apertura de cada chakra tienen varios ciclos de tres a cuatro días cada uno.
PASAR LOS ALINEAMIENTOS DEL REIKI II
El terapeuta de primer grado ya posee un cierto nivel de apertura de la línea hara y por tanto, su nivel de energía es superior.
Si se encuentran bloqueos en los chakras o en la línea hara, la energía de alineamiento los sanea. Las reacciones físicas a tal proceso de depuración pueden ser diarreas, aumento de la mucosidad, jaquecas, etc. Cuando la depuración se da en el plano emocional o mental, se producen notables cambios en el estilo de vida que pueden durar varios meses.
PASAR LOS ALINEAMIENTOS EN REIKI III
En este estado los cambios que se producen son de tipo espiritual. Significan un proceso en la senda de la autorrealización y en el sentido de unidad con el universo. La reacción más normal es que la vida se trastoque en un puro júbilo, una sensación de alegría innata y de expansión vital. Es posible que antes de llegar a ello el alumno precise de una cura de sueño de varios días, ya que el nivel de agotamiento puede ser notable durante esta fase.
El Dai Ko Myo se transfiere con el alineamiento del Reiki III. En los tres grados se transfiere al chakra corona, pero en los niveles anteriores no se comunica a las palmas de las manos.