Un sinfín de plantas y flores que cuidan y embellecen, pueden ser cultivadas por ti en tu propio jardín… desde la Caléndula para la curación de la piel o los pétalos de Rosa para tonificar con sensibilidad, hasta el Tomillo para tratar el acné…
Son muchas las plantas que puedes cultivar para tipos y problemas de piel específicos, pero una vez que han crecido y están listas para cosechar, ¿qué haces a continuación?
Si bien las hierbas de tu jardín son mejores cuando se usan recién cosechadas, siempre hay más de lo que uno puede aprovechar en una temporada. Por ello, el secado de todo el excedente de material vegetal nos resultará muy útil.
Algunas hierbas y plantas se pueden utilizar como ingredientes de productos de belleza en su estado seco y en polvo. Ésta es una preparación habitual cuando las raíces de una planta, por ejemplo, se usan como ingrediente cosmético. También es mejor secar tus hierbas y flores antes de usarlas en infusiones de aceite, sobre todo si tienes la intención de utilizar las infusiones en productos sin agua y sin conservantes.
Las hierbas secadas al aire, no sólo son la forma más fácil y menos costosa de secar hierbas frescas, sino que este proceso de secado lento, también puede ayudar a retener los aceites esenciales de las hierbas, para que no pierdan todo su sabor.
El secado al aire funciona mejor con hierbas que no tienen un alto contenido de humedad, como bayas, eneldo, mejorana, orégano, romero, ajedrea y tomillo.
Para conservar el mejor sabor de estas hierbas, tendrás que dejar que se sequen de forma natural o utilizar un deshidratador de alimentos. Un microondas o un horno a baja potencia, puede parecer un atajo conveniente, pero es mejor usarlos sólo como último recurso. El microondas realmente “cocina” las hierbas, reduciendo su sabor y limitando el contenido en aceites esenciales.
Si deseas conservar hierbas con hojas suculentas o un alto contenido de humedad, como albahaca, cebollino, menta o estragón, puedes intentar secarlas con un deshidratador, pero para la mejor retención del sabor, considera congelarlas. Es fácil de hacer y más rápido que el secado.
En general, durante un proceso de secado al aire, los pétalos de flores y las hojas delgadas tardarán un tiempo muy corto en secarse (un par de días cuando se dejan en un plato de papel o en una pantalla de metal), pero la fruta, las hojas gruesas y las raíces, tardarán mucho más, dependiendo del grosor al que cortes el material.
En el caso de las raíces, es conveniente deshidratar (con la ayuda de un deshidratador de alimentos) hasta que estén duras y quebradizas. A continuación se dejan enfriar. Usa un molinillo de café o un procesador de alimentos para deshacer las raíces secas hasta convertirlas en polvo, a continuación criba el polvo para eliminar las partículas grandes. El material vegetal seco se puede conservar hasta diez años.
Algunos consejos básicos
● Recoger las plantas en su época. Tener en cuenta la parte de la planta que se necesita. No arrancarla de raíz. No esquilmar los campos, procurar cultivar en casa.
● Tener muy en cuenta si han sido tratadas con venenos y pesticidas.
● El sol y el clima seco son muy importantes para un buen secado.
● Las plantas deben estar secas al recogerlas, para evitar que se enmohezcan.
● Las mejores horas de cosecha suelen ser a última hora de la mañana en días soleados y secos. Si lo que interesa son hojas, han de cogerse antes de la floración. Si interesan las flores, antes de que se abran para que no pierdan sus aceites esenciales. Si interesa la planta entera, esperar a después de la floración. Si hacen falta además las raíces, esponjar la tierra de alrededor y extraer la planta suavemente. Se lavan las raíces con agua para quitarles la tierra y se secan con un trapo.
● Si sólo interesan las raíces, esperar al otoño, cuando están maduras. Se lavan, cortan las fibras que sobran y se ponen a secar. Los frutos y granos deben cogerse maduros.
● El secado se realiza en manojos boca abajo en una habitación seca y oscura o en estantes alejados de la luz directa del sol. Conviene girarlas diariamente para que se aireen. Es muy importante que haya buena ventilación. Para la conservación posterior, envasar en tarros de vidrio herméticamente cerrados lejos de la luz solar.
● Material necesario: mortero, plantas, aceite vegetal base, alcohol, botes de vidrio tipo mermelada, filtros y embudos.