El Reiki: ejercicios energéticos en Reiki Uno, Dos y Tres

El origen de muchas enfermedades es un mal funcionamiento de determinados órganos, producido por bloqueos en la circulación energética, por ello, si procuramos mantener limpios y depurados la red de meridianos o canales de circulación de la energía, contribuiremos a evitar las disfunciones que causan las enfermedades. Si se produce algún bloqueo u obstrucción en una vía energética, el sistema puede hacerle frente a corto plazo con algún método de compensación, pero si no se eliminara la causa del bloqueo, desembocará en una enfermedad física o mental.


Los antiguos orientales comprobaron que se podía manipular y dirigir la corriente energética de nuestro cuerpo para retrasar el envejecimiento y transmitirla de una persona a otra para sanar y curar muchas enfermedades.


Las artes marciales, el yoga, el Tai-Chi, el Qui-Gong o Chi-Kung, son disciplinas que han sistematizado ejercicios y métodos para facilitar la circulación energética a través del cuerpo físico, para mantenerlo sano y ponernos más en contacto con nuestra esencia espiritual.


«Yii Yi Yiin Chi» significa «usa tu mente para dirigir tu Chi o Ki». Allí donde está concentrada nuestra mente y nuestro pensamiento está nuestro Ki.


En Reiki se trabaja con la energía universal, y por ello todas sus técnicas de manipulación de la energía son útiles porque nos ayudan a acumular, canalizar y transmitir la energía.


A lo largo de nuestra vida tiene lugar un proceso gradual y constante de desgaste de la energía vital, y cuando alcanza un nivel crítico sobreviene la muerte. Por ello, debemos esforzarnos en recargar nuestra batería energética interna (tan-tien), de manera que su nivel de energía vital permanezca constante, y para conseguirlo, debemos aportar y acumular más energía de la que consumimos.


Con el Reiki y los ejercicios energéticos, podemos mantener nuestros depósitos bioenergéticos a plena carga para que nuestros cuerpos físicos y sutiles puedan tener un funcionamiento óptimo.


POSTURA DE ABRAZAR EL ÁRBOL


Es una de las más sencillas y sin duda la más potente posición de acumulación energética si se mantiene el tiempo suficiente.


De pie con las rodillas dobladas, el tronco recto, la cabeza alineada con la columna vertebral y el mentón retraído para estirar la nuca, colocamos los brazos paralelos al suelo y doblados por los codos, como si abrazáramos un árbol o sujetáramos una pelota.


Respirar lentamente y permanecer en esta postura todo el tiempo que se pueda. Comenzaremos con cinco minutos e iremos aumentando progresivamente hasta alcanzar los 20 minutos.


Concentramos nuestra atención en el Tan-tien, punto energético situado 3 centímetros por debajo del ombligo.


LA POSICIÓN HUI YIN O ELEVACIÓN DEL ANO


El punto Hui yin está situado entre la zona sexual y el ano. Al contraer los músculos del ano, cerramos una puerta de salida de la energía, y estimulamos el punto Hui yin, que impulsa la energía hacia arriba por la columna vertebral a través del meridiano.


Este movimiento lo podemos potenciar si a la vez realizamos una contracción del bajo vientre.


POSICIÓN DE LA LENGUA EN CONTACTO CON EL PALADAR


Ésta es una postura clásica en varias disciplinas orientales: Chi Kung, Kundalini yoga y Pranayama yoga.


Al poner la punta de la lengua en contacto con el paladar, se comunican dos meridianos: du mai, que es el meridiano o vaso gobernador, por el que circula energía yang, que empieza en el extremo del cóccix y asciende por la columna vertebral y parte posterior de la cabeza, pasando por el punto Bai Hui, situado en el extremo superior de la cabeza, y terminando en los dos dientes incisivos superiores; y el ren mai, el meridiano o vaso de la concepción, por el que circula energía yin, que comienza en el punto Hui Yin y sube por la parte delantera del cuerpo hasta acabar en los incisivos inferiores.


(En la India se les llama Ida y Pingala. Ida es femenino y circula hacia abajo, y pingala es masculino y circula hacia arriba, entrelazándose ambos alrededor de un eje central llamado sushumna, que es el canal energético principal que va desde el chakra de la raíz al chakra de la corona, y coincidente con la columna vertebral en el plano físico, dejando a los chakras en el centro de los bucles.)


Al quedar comunicados los dos meridianos y finalizar la postura Hui Yin, se cierra el circuito de circulación energética de la órbita microcósmica dentro de nuestro cuerpo, de forma que el inspirar, la energía yang sube por la columna vertebral hacia la cabeza por el canal du-mai o vaso gobernador que termina en el paladar, a través del puente de la lengua pasa al canal ren-mai o vaso de la concepción, y con la espiración comenzamos el descenso hasta el punto Hui yin, donde se inicia un nuevo ciclo con la siguiente inspiración.


Al principio realizaremos 10 o 12 ciclos lentamente, hasta que seamos conscientes de la bola energética que se mueve dentro de nosotros, cuanto tengamos más práctica, realizaremos unos 20 ciclos.


En Reiki procuraremos realizar unos ciclos antes de cada sesión y de las sintonizaciones, y si es posible mantendremos la postura Hui yin y la lengua en contacto con el paladar durante las sesiones y sintonizaciones.


DEJAR LOS DEDOS DE LAS MANOS SUELTOS


A esta postura de las manos se le conoce como «la boca del tigre» y produce un espontáneo fluir de la energía hacia las manos y las puntas de los dedos, que percibiremos claramente en forma de cosquilleo y vibraciones.


Al realizar una sesión colocaremos las dos manos unos 15 centímetros por encima del paciente y dejaremos los codos en suspensión y los dedos sueltos y caídos por la fuerza de la gravedad, notando cómo esta posición favorece el flujo de la energía hacia los dedos y hasta el paciente, porque cada dedo tiene puntos de origen o de terminación de meridianos de los brazos, y la energía pasa del tronco hacia los brazos y los dedos y de éstos al paciente.


LA ÓRBITA MICROCÓSMICA


Se trata de una combinación de las técnicas anteriores:


De pie o sentados, contraemos el ano, colocamos la lengua contra el paladar, inspiramos y visualizamos cómo la energía sube por la columna vertebral hasta la cabeza; retenemos unos segundos y comenzamos a espirar visualizando cómo la energía pasa por la lengua y baja por el pecho hasta el abdomen y el punto Hui yin, donde comienza un nuevo ciclo con la inspiración.


Notaremos como un cosquilleo que recorre el camino indicado y después percibiremos una bola luminosa que circula por este circuito siguiendo nuestras órdenes (la energía sigue a la mente).


Con la práctica, la órbita de circulación microcósmica se pondrá en funcionamiento con sólo pensar en ella.


SENTADOS CON LAS PALMAS DE LAS MANOS HACIA ARRIBA (Reiki Dos)


Sentados en la posición de meditación o en una silla con la espalda recta colocamos las manos sobre las rodillas con las palmas hacia arriba, la lengua en contacto con el paladar y la posición Hui yin; comenzamos trazando los tres símbolos con la lengua en el paladar, realizamos unas órbitas de circulación microcósmica y visualizamos los tres símbolos Reiki primero de color dorado; a la vez dirigimos nuestra atención a los puntos Lao-gong situados en el centro de las palmas de las manos y rápidamente notaremos cosquilleos, hormigueos y calor en las manos, lo que nos indica que la energía universal está penetrando por ellas.


Mentalmente dirigimos esta energía al punto tan-tien, situado por debajo del ombligo, y la vamos acumulando allí, sintiendo cómo se calienta esta zona y visualizando la bola roja de energía que se va formando.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *