Da la Bienvenida al Otoño con ayuda de la Naturopatía

El otoño es una época de transición que nos permite prepararnos para el invierno. Es hora de hacer balance y tomar decisiones.


De acuerdo con la Medicina Tradicional China, el otoño está bajo la influencia del elemento de metal, conectado al pulmón, el intestino grueso, la nariz, el cabello y la piel.


Durante este período, es bueno comenzar a dormir más tiempo, tratando de acostarse media hora o una hora antes.


Si prestas atención a tu cuerpo, notarás que naturalmente te dirige a un mayor tiempo de recuperación y descanso. Esto no significa que algo ande mal, simplemente tu cuerpo se adapta a su entorno y se acomoda tranquilamente al ritmo de la naturaleza.


La incapacidad para aceptar lo inesperado y dejar ir, provoca una serie de desequilibrios energéticos del pulmón y el intestino grueso, los dos órganos vinculados al elemento metal. Estos desequilibrios energéticos se manifiestan tanto a nivel respiratorio como a nivel del tránsito intestinal: resfriados repetitivos, palidez, problemas de piel, estreñimiento y colitis, hombros encorvados y cerrados, respiración corta, dificultad para respirar, preocupaciones sobre las cosas materiales…


Como los pulmones y el intestino grueso son los órganos conectados con el mundo exterior, estos desequilibrios a menudo van acompañados de una sociabilidad difícil y un carácter un tanto opulento. Para resolverlos o prevenirlos, trata de estimular estos órganos por los diversos medios que existen: ejercicios de respiración, estiramiento de los meridianos, incluir sabores picantes en nuestra alimentación… todo ello propicio para el pulmón.


Cualquier cosa que estimule los pulmones será beneficiosa en esta temporada y actuará positivamente sobre los desequilibrios. Más concretamente, la práctica de algún deporte como la natación o salir a correr, será especialmente relajante. Por supuesto, éste es el mejor momento para dejar de fumar.


Podemos aprovechar la oportunidad de tonificar los pulmones con diferentes técnicas naturopáticas, como ejercicios de respiración. También puedes recurrir regularmente a los aceites esenciales en difusión atmosférica. Están especialmente indicados los aceites de Eucalipto y Pino.


Algunas plantas tonificarán tus pulmones:


● La borraja, que es una planta refrescante, humedece los pulmones secos e irritados. Es menos adecuada cuando los pulmones están obstruidos con moco, pero es útil para quienes sufren con la sequedad del ambiente, a menudo causada por la calefacción eléctrica o el aire acondicionado.


● El astrágalo es una planta medicinal que calienta, tonifica los pulmones y previene las infecciones respiratorias. Tomado durante un período de varias semanas, la raíz de esta gran planta nos fortalece contra el estrés, el frío y las enfermedades relacionadas con el invierno. El astrágalo actúa sobre el sistema inmune, alivia levemente la presión arterial y apoya la acción del corazón. Sin embargo, no es adecuado para mujeres embarazadas, con presencia de moco o cuyo organismo contiene un exceso de toxinas.


● El gordolobo (caldo blanco) ayuda a disolver el moco y limpiar los bronquios. Es particularmente útil para despejar y regenerar los alvéolos pulmonares. Se considera no sólo un tónico, sino también un regenerador de los pulmones y un broncodilatador. Debido a su contenido en cumarinas, debes evitar su consumo junto con medicamentos que diluyen la sangre o antes de una intervención quirúrgica, como una extracción dental.


El cuidado de los pies con Reflexología haciendo énfasis en los puntos reflejos relacionados con los pulmones y los intestinos, será una excelente práctica para apoyar al cuerpo durante este período de transición.


Elije alimentos que estimulen los pulmones y ayuden a eliminar la mucosidad:


● Verduras y cereales: la albahaca, el castaño, el puerro, el arroz, sorgo, caña de azúcar, el ñame, el mijo, el apio, espinaca, rábano, queso de soja, espárragos, pepino, regaliz.


● Especias y hierbas: El ajo, el cilantro, la cebolla, el jengibre fresco, jengibre seco, cacahuates, miel, oliva, menta…


● Frutas: albaricoque, almendra, fresa, frutos secos, nueces, higos, uvas, mandarina, naranja, pera, manzana, caqui, limón…


También nos encargaremos de limpiar nuestros intestinos, los cuales, no lo olvidemos, son en gran parte responsables del correcto funcionamiento de nuestro sistema inmunológico.


Entre las funciones del intestino grueso se encuentran la de eliminar y evacuar los residuos sólidos resultantes de la digestión. Antes de eso, termina la digestión de proteínas y carbohidratos, la asimilación de hierro y separa líquidos y sólidos. Es importante tener en cuenta que la digestión física y la psíquica se realizan conjuntamente.


El estancamiento en el nivel del intestino, puede reflejar una dificultad con el principio básico de la vida que es el cambio, el movimiento. Puedes ingerir las situaciones que se presentan, posiblemente las digieras mediante el razonamiento, pero a continuación quieres arreglar la situación, lo que implica una negación del movimiento y el cambio. Sería interesante efectuar una cura de carbón activado, probióticos y clorofila, con la ayuda de un naturópata.


Si nunca has intentado hacer una gran limpieza intestinal, ahora es un buen momento para probar. Esto es posible gracias a la hidroterapia de colon (es una especie de enema en versión moderna). Implica la introducción de una cánula en el recto para administrar agua caliente al intestino grueso. Esta cánula está conectada a una máquina que puede ajustar la temperatura, la presión y la cantidad de agua utilizada. Mientras el agua fluye, el hidroterapeuta realiza un suave masaje abdominal.


Alimentos que actúan sobre el intestino grueso:


● Hortalizas y cereales: albahaca, remolacha, zanahoria, champiñones, col, sésamo, trigo sarraceno, berenjena, espinacas, lechuga…


● Especias y hierbas: pimienta, chalote, nuez moscada, sal, miel.


● Frutas: piñones, higos, pera, plátano, caqui, pomelo, ruibarbo…


El objetivo de un reajuste en la alimentación es la reducción de la sobrecarga y la toxemia, pues de nada servirá drenar el cuerpo si no cambiamos los hábitos alimenticios. Desde este punto de vista, podemos optar por consumir un solo alimento (de origen vegetal) durante al menos 24 horas. La uva es la fruta del momento, pero también podemos hacerlo con zanahorias, arroz… También podemos optar por el ayuno, pero requiere una buena vitalidad de partida. En este caso, no deben consumirse alimentos sólidos durante al menos 24 horas.


Nuestra dieta es nuestra principal fuente de toxinas. Al adoptar algunos hábitos simples para facilitar el proceso de digestión, la cura de desintoxicación puede facilitar su eliminación, recuperar la vitalidad y fortalecer el sistema inmunológico. Una solución perfecta para cerrar la brecha entre el verano y la llegada del frío.


Buenos hábitos de Desintoxicación


● Respeta tu cuerpo y tus deseos: a menudo pensamos en la desintoxicación y la templanza. Sin embargo, sin placer, nuestro cuerpo no aceptará el cambio. No es necesario imponer ayunos o dietas demasiado restrictivas que hagan que quieras renunciar. ¡El éxito de la cura otoñal se basa más bien en una dosis inteligente de alimentos! Si haces una cura de uva, empieza con un día, por ejemplo, luego dos…


● Para facilitar el descanso digestivo, comienza suavemente realizando una monodieta (un solo alimento de origen vegetal) una noche a la semana, luego, cuando te sientas con fuerza, realízalo dos veces por semana durante aproximadamente un mes. Lo ideal es elegir la comida que más te convenga, nutricionalmente, pero también desde el punto de vista de tus preferencias gustativas.


● Dejar de lado la carne (al menos las carnes rojas), los platos preparados y los productos lácteos, que son difíciles de digerir. El dúo ganador: productos frescos y vivos, y ante todo, frutas y verduras locales y de temporada. Una dieta revitalizante para comer sin moderación, cruda o ligeramente cocida para preservar su energía y propiedades curativas. Los mejores aliados: brócoli, hinojo o manzana.


● Cambiar hábitos: algunas combinaciones de alimentos requieren mucha energía, ensucian el organismo y dificultan la digestión. Para obtener todos los beneficios energéticos de nuestra dieta, sólo hay una consigna: nunca combines cereales y proteínas, y en su lugar favorece las comidas basadas en vegetales y cereales o carne blanca y verduras. En cuanto a las frutas, no las consumas al final de la comida, ya que se digieren más rápidamente y nuestro organismo no podrá asimilar todos los beneficios nutricionales.


Con la llegada del otoño el brillo disminuye, a veces nos falta energía. Sin embargo, lejos de ser inevitable, el cambio de estación puede ser el momento ideal para recuperarse. ¿Cómo?: estimulando el vínculo entre la mente y el cuerpo y recibiendo los beneficios de la desintoxicación.


¡Cuídate!…


● Toma un descanso, permite a tu cuerpo detenerse para relajarse. Tómate un momento para escuchar música, ver una película o simplemente recuperar el aliento. Consejo naturopático: dos noches a la semana acuéstate antes de las 23:00 h para marcar el momento del descanso.


● Realiza un trabajo corporal: ponte en contacto con tu cuerpo. Yoga, pilates, meditación… son prácticas que pueden ayudarte. Pero como a menudo nos falta tiempo, permitir 10 minutos de relajación y 5 minutos de ejercicios de respiración consciente todos los días, puede ser suficiente. Es la regularidad de la práctica lo que nos asegurará los efectos de la cura durante todo el invierno.


● Toma un baño: unos minutos de evasión y serenidad, un momento privilegiado en el que nada perturbe tu tranquilidad… Y para que resulte un verdadero aliado de la desintoxicación, puedes añadir algunos aceites esenciales de tu elección: purificantes o revitalizantes. Un ritual para incorporar a tu rutina dos o tres veces por semana… ¡un momento de puro placer.